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Creatividad – Una forma de vida

Tengo un recuerdo muy claro de cuando era niña y la maestra de primer grado tuvo una charla con mi madre sobre mi falta de integración porque me sentaba a comer sola en el recreo. 

Mi mamá no recuerdo en que tono me lo contó, pero sí recuerdo no haber entendido que era lo que querían de mí. 

Ahora tiempo después me doy cuenta que mi naturaleza soñadora me hacía no extrañar mucho a los otros niños cuando yo estaba en mi mundo imaginario.  No sabía que ser un ente que va de nube en nube de sueños estaba mal visto, era solo una niña… 

Siempre he sido un poco así, de pronto en algún viaje alguien se ofende porque de pronto he dejado de hablarles a todos. Lo toman a mal porque no entienden que me he ido a soñar despierta. Estamos a la orilla de un río y mientras los demás conversan y conviven yo sueño con las imágenes y personajes de alguna historia que quiero contar o simplemente me maravillo, solo quiero contemplar la belleza que me rodea en silencio.

Estar solo y soñar despiertos son cosas que hace la gente creativa, la gente que tiene mil ideas, que se dispersa y vive a veces en universos paralelos. 

A veces me he preguntado si no soy un poco egoísta por arrastrar a todos los que encuentro en mis aventuras creativas, si no soy narcisista por pensar que vale la pena incomodar y pedir ayuda para convertir esos sueños en realidades. Dudo que sea correcto ser diferente, especial, e intento un poco mimetizarme, sin mucho éxito. 

Constantemente la creatividad es lo que me hace respirar, me hace vivir, y sinceramente no es algo que puedo controlar, no es algo que quiero controlar. 

Ser creativo no es una profesión, es una forma de vida, aunque el sistema educativo intenta matar a los que sueñan despiertos, la vida real nos muestra una y otra vez que es en donde vive la genialidad. Los soñadores, raros, geeks, nerds y todo los que viven en realidades alternas son los que proponen, los que mandan mensajes que terminan cambiando hasta nuestra forma de vivir. 

Entonces no quiero ser la niña que se une al grupo en el recreo, soy y seré siempre la eterna soñadora. 

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Cuando no saltar es más doloroso que quedarnos en el filo

Hace poco tiempo escribí un post de: ¿Qué harías si el cielo fuera el límite?, y siento que tal vez debo de hacer una aclaración para los lectores y en cierta forma para mi misma. En ese post hablaba de cómo el miedo nos hace no vivir la vida que nos merecemos, el miedo a fracasar o el miedo de no ser adultos funcionales.

 La reflexión ha continuado en estos meses y debo aclarar que mientras creo que las ideas que escribí aplican 100% a mi vida también hay algo que no tomé en cuenta. Cuando decidí escuchar a mi corazón sucedió algo, acepté ese llamado con sus consecuencias.

Entonces creo que debería de preguntar también: ¿Qué harías, que no importaría si fallas?

En mi caso muy específico eso era obvio porque para mi contar historias es como respirar, es cuando me siento mi yo más auténtico, no siento que estoy intentando ser nadie más. La adrenalina que siento cuando estoy creando una nueva historia me hace querer seguir, es divertido, es como saltar de un acantilado. La caída se siente maravillosa.

Ahora que la caída me ha dejado con un par de huesos rotos eso es otra historia, pero cuando pensé que el proyecto del cortometraje no iba a funcionar ya, primero me sentí aliviada y luego muy triste, fue entonces que me di cuenta que no importaba si lo que creaba era algo para archivar, pero necesitaba hacerlo. Así fue que no lo abandoné y siento que fue lo correcto.

La vida está llena de fracasos, y el miedo que causa fracasar es algo que nos han infundido desde la más tierna infancia. El sistema educativo nos enseña que no debemos fallar. No puedo pensar en algo más erróneo, es necesario fallar, es más bien indispensable para crecer y aprender. Ir en contra de algo que se nos ha inculcado tan persistentemente y durante tantos años no es fácil.

Aún así siento que me falta un largo trayecto de fracasos antes de empezar a ganar algunas victorias, eso es normal y es también difícil de asimilar en un mundo donde queremos que nos recompensen al instante.

Celebro mis pequeñas victorias, celebro que he dejado de esconderme tras la fachada de la fotógrafa, o de la diseñadora. Celebro mi primer guión filmado, celebro a la gente que no le importaron los riesgos y me apoyaron. Ese es el combustible para seguir adelante.

¿Entonces cómo decidir si hemos de lanzarnos al vacío?

Brené Brown en una de sus entrevistas lo dijo muy claro: Cuando no saltar es más doloroso que quedarnos en el filo.  cyndi_caviedes_venecia

 

 

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28 y contando

Hace un par de días cumplí 28 con una tranquilidad que solo puedo atribuírselo a mis años de existencia, que aunque aún son pocos me han enseñado un par de cosas.

Pero regresemos a cuando tenía 19. La yo de ese entonces tenía metas muy claras, grandes expectativas y planes para el futuro. Todavía no había emprendido el viaje que me cambiaría la vida, todavía no sabía que iba a irme lejos a las tierras que solo existían en los libros. Europa era esa utopía de escritores viviendo en altillos diminutos, escribiendo obras maestras, y no podía ni imaginar que un día yo estaría en una situación muy parecida. Confiaba en que el camino se revelaría a su momento a mi ojos aún ingenuos y entonces tendría todas las respuestas.

Las estrellas en mi destino se alinearon y de pronto estaba ahí volando hacia lo desconocido, llena de ilusiones.

En retrospectiva sé que la ignorancia y esas ansias de comerme el mundo es lo que hizo que abandonara todo lo conocido, no ser valiente como muchos me han dicho.

Años después, cumplida la meta de ese viaje inicial con mi diploma en la mano, el mundo se me venía encima. Mi realidad y las expectativas se juntaron solo para hacerme ver que algo había salido terriblemente mal. Eso es lo que sentí en ese momento. Lo único que me salvó en ese momento fue mi instinto de supervivencia que había desarrollado todos esos años en Alemania. Tuve que replantearme todos mis conceptos de vida. El futuro de pronto era incierto, y por primera vez desde que era una adolescente no tenía idea de cual era el siguiente paso. Ahora sé que no estoy sola en esta experiencia y también que era algo necesario.

Los próximos 3 años hasta el día de hoy he tenido que enfrentarme a esa realidad de la que nadie te habla en las aulas. Primero estuve enojada con la vida, con el sistema educativo, con la sociedad, estaba tan enojada porque no entedía que se suponía que debía hacer cuando lo había hecho todo “bien”.  ¿Por qué estaba fracasando tan miserablemente?

Seguí fracasando, muchas veces, y gasté mucho tiempo intentando entender como era que mi vida se veía como un accidente de aviación.

Intenté ser un adulto funcional por lo que parecen 10 años, para darme cuenta que era un montón de porquería creer que eso me iba a ayudar.

Después de pelear con la vida con uñas y garras, por fin, exhausta, baje las armas y hubo un periodo de silencio.

En ese silencio, tuve tiempo para sanar de todas las heridas de los años en Alemania. En silencio y en soledad me di cuenta de lo desgastada que estaba y que esa no era forma de vivir. Tenía que soltar el control, soltar el volante y seguir a mi corazón.

El último año ha sido una forma de liberación. He sanado, y he moderado mi energía (un poco) para no agotarme tanto. Pero la vida esta llena de sorpresas y de pronto cuando piensas que lo tienes todo bajo control, te encuentras de nuevo en la mitad de un incendio. En medio de las llamas de la decepción, quemada por la gente que se hacían llamar compañeros o camaradas, me vi a mi misma, a la verdadera.

La rabia y el dolor habían desaparecido y quedé como un Kintsugi. Que es el arte japonés de reparar cerámica con una resina con oro, plata o platino.

KINTSUGI

Cumplí 28 con la certeza de que no tengo ni idea de que depara el futuro, de nuevo alegre como cuando tenía 19 y me subí en ese gran pájaro de acero. Mis expectativas cambiaron radicalmente, quiero vivir la vida con entusiasmo, agradecida por cada día, y construir con mi obra lo que la inspiración dicte. Sé que el camino se revelará con cada día que siga esa voz interior, y que cada vez que no la escuche lo sabré muy pronto. Sé también que el fracaso es inevitable, y es necesario, y mientras mayor el fracaso mayor el aprendizaje.

No he dejado de ser ambiciosa, de ser resiliente, de ser atrevida con la vida. Esa soy yo, aventurera, coqueta, curiosa sensible y descarada a veces, leal siempre.

Debo añadir que no creo que este desarrollo hubiera sido posible sin dos herramientas, escribir mis páginas diarias y hacer Yoga. Las dos me han centrado y me han conectado conmigo misma, con Dios, el universo, la Pacha Mama, es decir con lo importante.
Estoy contenta y agradecida de tener 28, de tener esta vida y un poco de sabiduría. Estoy agradecida y contenta porque tengo muchas bendiciones en mi vida, este blog incluido.

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Si amas lo que haces no trabajarás un día en tu vida

Hace algún tiempo leí esta frase, “Si amas lo que haces no trabajarás un día en tu vida” dicha por Confusio y me pareció que tenía mucho sentido, pero mientras más la he leído más pienso que tiene que ver más con disfrutar la vida y menos con el significado tácito de la palabra trabajo.

La palabra trabajo tiene algunos significados el más común siendo:

“Tener una ocupación remunerada en una empresa, una institución.”

Pero trabajar también significa:

“Aplicarse o dedicarse con esfuerzo a la realización de algo.” o “Intentar conseguir algo, generalmente con esfuerzo.”

Si leen esta frase y son ingenuos pensarán que si como yo aman lo que hacen entonces todo será color de rosa y todos sus días estarán automáticamente llenos de paz y realización personal.

Pero si fuera tan fácil entonces ¿por que no estamos todos haciendo lo que amamos?

La respuesta es simple, hacer lo que amamos requiere sacrificios de todo tipo. Dejar un trabajo estable por perseguir el sueño de navegar por el mundo va a tener consecuencias. La mayor parte de la gente no está lista para lidiar con esas consecuencias.

La verdad es que hacer lo que amamos significa muchas veces tener una dedicación absoluta a lo que se hace y estar tan contentos de estarlo haciendo que no nos importe lo que debamos de sacrificar, sean horas de sueño o el sueldo fijo a fin de mes.

En mi caso muy particular ha sido una montaña rusa de emociones, años de dedicación y momentos de duda en el que uno se pregunta ¿para qué carajos sirve todo esto?

Entonces hacer lo que amas es continuar a pesar de las dificultades.

Cuando tengo la cámara en mis manos todo se me olvida, la muñeca lastimada por el Yoga, el dolor de espalda que no me deja dormir, e incluso solo notaré el mi hipoglucemia una vez que la filmación haya terminado. Porque tengo una visión, algo que lograr, una meta muy clara.

No es que no sea humana, pero cuando me siento rendida y pienso en dejar de hacer mis proyectos una sensación de absoluta miseria me invade. Es el fuego de la vida.

cyndi_caviedes_romanos En el set de la película “Schatten über den Limes” (Sombras sobre la frontera).

Yo no pienso que no he trabajado por hacer lo que me gusta, pero voy disfrutando los frutos de mi esfuerzo por pequeños que sean. En situaciones que todo se ve negro, un contrato no sale, el pago no pasa, la gente te da la espalda, no olvido que lo que hago lo hago más que nada para mí. Es algo egoísta, pero creo que es necesario. Cuando recuerdo eso, entonces me vuelvo creativa, reconstruyo proyectos, dejo el contrato que esta parado para buscar nuevos emprendimientos y continuo haciendo lo que amo. Porque en la vida todo es acción y reaccción y todos tenemos el poder de decidir como reaccionar.

Entonces esta frase también significa que si aceptas y aprendes a amar lo que haces no tendrás que trabajar un día. No siempre podemos cambiar lo que pasa a nuestro alrededor, pero si podemos cambiar el enfoque. Si en lugar de pasar 8 horas diarias odiando lo que hacemos pusieramos empeño en ver las cosas positivas en nuestro día a día otra sería nuestra experiencia.

A veces tengo que hacer trabajos que no me parecen extremandamente interesantes pero los hago con el mismo empeño que si fuera algún proyecto personal, eso hace que disfrute la tarea y que entregue trabajo bueno. Esto a largo plazo ha significado que la gente me sigue contratando y uno nunca sabe lo que el siguiente proyecto traerá.

Entonces no mal entiendan a Confusio, seguro sus intenciones eran las mejores con esta frase. Y ahora sí manos a la obra.

 

 

 

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Hell Yeah!

Altos y bajos, pros y contras, el ritmo de la vida parece una montaña rusa que nos lleva de lugares de intensas emociones a periodos sombríos.

Últimamente me he sentido en una especie de limbo. Demasiado cansada de dejar mi vida anterior, recogiendo las piezas del rompecabezas, demasiado asustada de ver el futuro. Mi vida en este momento es como un accidente del que empiezo a salir. Mi vieja vida se fue a picada y la nueva todavía no aparece en el horizonte.

Parece que el tema de reinventarse se vuelve monótono. ¿No había pasado ya esa parte? ¿No estaba ya del otro lado? No todavía. Pero lo único que queda es continuar caminando, un día a la vez.

Aún así siento que he llegado al punto en el que debo de hacerme ciertas preguntas incómodas, enfrentar ciertas realidades y lo único que parece tener sentido es responder con completa honestidad y de forma visceral. Así que he estado aplicando una técnica sencilla pero efectiva para saber que es lo que realmente quiero.

Ejemplo:

Pregunta: ¿Quiero hacer fotografía de productos?

Si la respuesta no es un rotundo  ¡Claro que sí!, hell yeah!  Entonces enfocaré mi energía en otra cosa.

Un par de días de respuestas sinceras y siento que por fin después de meses de decir eso esta solo Ok, dejo ese terreno del limbo y la claridad se acerca.

Esta idea la leí por esas curiosidades del universo en un blog. Cuando el estudiante está listo, el maestro aparece.

No quiero tener una vida que no este tan mal, quiero ir detrás de ese unicornio azul, quiero sentir la adrenalina de emprender algo nuevo. Esa vida no puede suceder en el limbo, tendré mis altibajos pero esa es una vida que vale la pena vivir.

 

cyndi_caviedes_bokeh

 

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Resaca creativa

Van pasando los meses y veo patrones aparecer donde antes solo había caos. La idea de la resaca creativa me vino hace un par de días que me sentía tan cansada, y pesada que pensar en crear era imposible. Hace un año tal vez me hubiera preocupado por mi estado mental, pero ahora he comprendido que simplemente es parte de un proceso.

Como personas creativas tenemos periodos de intensa creación, ideas vuelan por todos lados, y de pronto todo es posible, esto si se mantiene en una  por mucho tiempo conlleva a la resaca creativa, un pozo hondo y negro donde no vemos nada. Muchas veces me forcé a salir de ese hueco, o pretendí hacerlo con el único resultado de que terminé más agotada y mal humorada.

¿Cómo combatir la resaca creativa?

No es posible. La resaca se irá cuando tengamos el descanso necesario, cuando nos demos tiempo para cuidarnos a nosotros mismos. No siempre es posible ser 100% productivo y está bien.

Lo que sí ayuda es preguntarnos que deseamos en ese momento. Puede ser algo simple como tomar un chocolate caliente, o ir a caminar un rato, o puede ser simplemente dormir y no hacer nada. Si nos damos chance las probabilidades de volver a ser humanos funcionales en menos tiempo es mayor.

¿Es posible no caer en esta resaca?

Creo que existe la posibilidad de pasar más tiempo en un estado creativo estable si cuidamos de nosotros mismos, si nos consentimos y trabajamos de forma moderada. Esto claro no siempre es posible, hay proyectos que requieren que les demos nuestro todo.

Así que si se sienten un poco desanimados, o frustrados no peleen ese sentimiento. Solo acéptenlo y verán como pronto se va. Si es algo que es seguro es que todo es temporal!

 

cyndi_caviedes_flowers_black-and-white

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La única validación que necesitas viene de ti mismo

Con el paso del tiempo me he dado cuenta que somos individuos únicos con problemas muy similares. Supongo que este post es para decirles que no están solos, y aunque probablemente estas ideas aplican a muchos tipos de personas, espero que los artistas se vean de forma diferente después de leer esto.

Recuerdo como cuando estaba en 5to grado, escribí mi primer cuento, algo con Lancelote y caballeros que rescatan princesas. A esa edad empecé a querer contar historias y estaba tan orgullosa de mi primera creación que la llevaba conmigo a todos lados. Mis compañeros de clase, me odiaban, o me tenían una muy insana adversidad. Así que supongo que les pareció algo muy gracioso robarme mi obra, todavía siento un hueco en el estómago al escribir esto, y tirarla al escusado….

Supongo que esta experiencia debe de haberme afectado de alguna forma, nunca me importó mucho encajar, mucho menos ser popular, pero otra cosa es ser excluido de esa forma. De cualquier forma terminé la escuela y no pensé mucho en esto en los años posteriores hasta ahora.

Creo que he dependido mucho de lo que diga la gente de mi trabajo, no es solo que sea una perfeccionista, y me encante hacer las cosas de la mejor forma posible. Mientras estudiaba sentía un poco esa libertad de equivocarme y no ser “profesional”, pero ahora y sobre todo después de regresar de Alemania, tengo esa sensación de que debo probar ser excelente en cualquier cosa.

Como se podrán imaginar esta forma de pensar no deja mucho espacio a la creatividad, al crecimiento personal y mucho menos a la diversión. El viernes pasado cumplí 27. No creo que haya estado muy relajada ni alegre, a pesar de estar en una situación buena en mi vida; he logrado en pocos meses empezar a ganarme la vida como freelance, y todo sin mayor esfuerzo. La gente me sigue preguntando por mis servicios y es un honor tan grande para mí!

Así que decidí tomarme las cosas con calma, menos trabajo, más espacio para ser vago, así como lo oyen. Tiempo para lavar la ropa y escuchar música. Tiempo para ir al cine y tomar una siesta.

Con la mente un poco más despejada entendí este problema fundamental en mi forma de trabajar, sí quiero ser excelente, pero no puedo llegar a ese lugar si estoy tan pendiente de lo que a los clientes les gusta. Finalmente ellos me han buscado por quien yo soy.

La única validación que necesitaba era la mía propia. Decirme soy lo suficientemente buena una y otra vez hasta que las voces negativas se callaran. Tomar menos en serio todo, y dar pasos arriesgados para cumplir nuevos sueños, que no sé que forma tengan y mucho menos si los realizaré de la mejor forma. (He ahí un pensamiento que todavía me hace fruncir el ceño)

Todos tenemos nuestros buenos tiempos y los no tanto. Estoy saliendo de un lugar un poco gris, pero siento que era necesario para tomar en cuenta estas cosas.

cyndi_caviedes_autorretrato_0914 Autorretrato del día de mi cumpleaños número 27

Si me siguen en redes sociales se habrán dado cuenta que estoy un poco obsesionada con la doble exposición. Así que verán mucho de esto en los próximas semanas.

 

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La montaña rusa de una profesión creativa

Tener una profesión creativa no es lo que uno se imagina cuando se es adolescente, inocente y mayormente ignorante del mundo. Entrando en mi segundo año después de la universidad y me siento cómo si en lugar de haber estudiado medios audiovisuales, me hubiera venido mejor un diploma en contabilidad, un certificado de peluquera o hacer algún seminario para empresarios.

Esta profesión es como una maratón, no se trata del que corre más rápido, sino del que logra mantenerse en pie, después de muchos kilómetros de lucha, a veces con el mundo, la mayor parte del tiempo con uno mismo. Pero también tiene mucho que ver con lograr combinar los dos lados de la moneda, el ser artístico creativo y el lado de los negocios. Ya que la mayor parte de los artistas trabajan independientemente es esencial no sólo saber de cómo funciona tu equipo, en mi caso la cámara, y los programas; más importante aún es saber vender tu trabajo.

Hace poco en la empresa en la que trabajo de J. Art Director compraron un libro muy interesante sobre “El arte de llevar una vida creativa” y coincidió con el día en que planee este post. Lo que nos hace saber que claramente no estamos solos en esta batalla.

Pero no hay que desesperar, si bien muchos de los que nos decidimos por esta vida estamos de alguna forma conscientes de que no cualquiera lo logra en este medio, si es posible. Aquí unos cuantos puntos que siento son muy importantes a la hora de hacerlo en este negocio.

1. Metas, fortalezas y debilidades

Nuestros sueños suelen ser grandiosos y es importante soñar mucho y muy alto, es parte del ser creativo, darnos chance de soñar. Pero una vez que hemos dado rienda suelta a nuestra voz interior hay que empezar con el trabajo.

Con lápiz y papel a mano escribimos lo que queremos lograr. Un periodo de un año parece ser bastante manejable para la mayoría. Pero planear cosas que sabemos nos tomarán más tiempo está bien, y de hecho deberiamos mantener a la vista nuestras metas a largo plazo. Ya sé que voy a sonar como si fuera del siglo XIX pero es muy importante usar un lápiz, de alguna forma a la hora de escribir ideas es mucho más orgánico.

Sabiendo que queremos hacer, necesitamos analizarnos un poco a nosotros mismos y nuestra situación. Cuáles son nuestras fortalezas. En que somos buenos? Qué se nos da bien? Ahora que sabemos esto, entonces cómo podemos usar nuestras fortalezas para llegar a nuestra meta. En mi caso pienso que se me da bien tratar con gente, y si uso esa fortaleza es probable que pueda hacer mi trabajo atractivo para los clientes que quiero atraer.

A nadie le gusta admitir que somos humanos e imperfectos y que por lo tanto tenemos debilidades. Lo bueno es que podemos mejorar, y hasta convertir una debilidad en una fortaleza. Claro que no siempre es necesario ver una debilidad, y sentir que debemos de trabajar mucho en ello, a veces es simplemente mejor formar un equipo que nos ayude y nos complemente. No tenemos que hacer todo solos. Si odias los números y las matemáticas puedes contratar un contador y usar ese tiempo en otros trabajos en los que realmente eres bueno.

2. No seas un todólogo

El que mucho abarca, poco aprieta.

Creo que esto puede aplicarse a muchas profesiones, pero en mi experiencia esto les pasa más a los creativos porque somos gente a la que le gusta experimentar, probar cosas nuevas. Lo malo de ser todologo es que por un lado la gente no te suele tomar en serio, y lo segundo que para ser realmente bueno en algo se necesita mucha práctica.

Así que cuando encuentres ese algo que realmente te hace quererte levantarte todos los días trabaja duro, no en ser bueno, sino en ser mejor cada día. Y no me refiero a decir quiero hacer videos, preguntate que tipo de videos, para que clientes, que género, etc. Mientras más específico mejor, finalmente estarás ofreciendo un producto exclusivo y eso en nuestro campo es valorado mucho.

En mi caso todavía estoy depurandome, pero por lo menos a la gente ya le queda cada vez más claro que es lo que hago. (Y a mi también).

3. El que persevera alcanza

Sé que esto ya lo dije arriba pero es cierto, Roma no se construyo en un día. probablemente haya días en que no tengamos ganas de continuar; el camino es difícil, pero aquí viene la táctica de agradecer por todo lo que ya tenemos, nunca compararnos con los demás sino solo con los que fuimos. Y si un día no es muy productivo, el siguiente ya lo será.

La gente que sufre adicciones se proponen estar bien un día a la vez, de la misma forma para nosotros creativos es bueno recordar esto, nuestra adicción es nuestro arte. Si sabemos nuestras metas y planeamos, poco a poco crecemos hacia nuestros objetivos, de forma que podemos saber que tanto hemos avanzado, pero sin la presión de escalar toda la montaña en un día.

4. Piensa más como una persona de negocios y menos como un artista

Los artistas se mueren de hambre usualmente no por falta de talento, sino por falta de conocimientos de marketing, y de negocios. De qué sirve pintar retratos preciosos si nadie los compra?

Cómo ya dije la mayor parte de nosotros trabajaremos independientemente y por lo tanto necesitamos hacer cosas que cualquier empresario tiene que. No regales tu trabajo, piensa en cuanto quieres ganar por hora y calcula el valor de tu trabajo. Si tienes proyectos personales es posible ganar dinero con ellos? Escribe un plan de negocios y escribe los números. Si sabes que eres muy malo para estas cosas busca un partner que le guste hacer negocios.

 5. No se te olvide cultivar tu creatividad

La creatividad no es algo que sucede mágicamente, aunque a veces parece que sí. Como creativos necesitamos espacio para crecer, descubrir, probar. Si nos concentramos demasiado en la parte lógica dejamos de ser nosotros. Por eso me he convencido de que tengo que hacer más proyectos que me inspiren, que me emocionen, sin esto todo el esfuerzo por tener una carrera creativa se vuelve inútil. Sin experimentar y errar nos convertimos en robots que hacen lo mismo una y otra vez cuando vemos que así podemos ganar dinero.

Y sí ya sé que el punto 4 y 5 se contradicen un poco, pero esa es otra cosa que deberemos de aprender, el balance entre el corazón y el cerebro.

Con esto les dejo con mi último proyecto, o más bien parte de él. Retratos de otro mundo.

Que tengan un feliz domingo!

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Lo que no te enseñan en la universidad

Hace un par de días cumplí años de nuevo, y a pesar de no ser un número especial, siento que he crecido mucho. De las cosas más importantes que he aprendido es que la vida después de la universidad no suele ser lo que nos han pintado durante todos esos años en el sistema educativo. Salir a la vida real significa enfrentarse a muchas cosas que no esperabamos, porque la verdad es que no nos preparan para vivir en el mundo real. Así que uno aprende a la fuerza y estas son un par de cosas que he aprendido.

No te lo tomes personal

Puede parecer algo muy obvio pero en realidad no lo es, aplicando para trabajos muchas veces me sentí rechazada y disminuida porque por enésima vez llegaba una negativa. Así que uno inevitablemente se hace la pregunta ¿acaso no soy lo suficientemente bueno? Pero en realidad esta pregunta es un poco irrelevante, apenas ayer estaba viendo la fotografía de una portada de revista que era mala, mala iluminación, pose, expresión. Pero la foto estaba ahí y la persona que la hizo probablemente piensa que hizo un buen trabajo. Así que a veces es solo cuestión de suerte; sí, muchas veces toda nuestra preparación ayuda a que tengamos el mejor trabajo, pero realmente la educación ya no garantiza nada, ni las notas, ni que tan “buenos” seamos. A veces necesitas estar en lugar adecuado, en el momento adecuado.

Entonces lo único que queda es no frustrarse, no tomarlo personal y continuar con la cabeza alta. No es fácil, sobre todo cuando uno está convencido que el trabajo de tus sueños está en la bolsa y recibes otra negativa.

Contactos, contactos, contactos

Quisiera decirles que en el primer mundo no se necesita recurrir a las mañas para conseguir un buen trabajo, pero tengo que decepcionarlos. No voy a dar datos exactos porque no quiero mal informarlos pero una gran cantidad de trabajos nunca llegan a las bolsas de trabajos, porque simplemente se los dan a conocidos de amigos, amigos o familia. Si a esto le añadimos que en el medio creativo hay muchos más aplicantes que trabajos, no tener contactos significa que tus posibilidades se reducen bastante. Así que si están todavía estudiando tomen nota y sean buenos conocidos, a veces una sonrisa, un gesto genuino de aprecio por otra persona pueden cambiar su vida.

El interés, lo mismo que todo lo demás en las relaciones humanas, debe ser sincero. Debe dar dividendos no sólo a la persona que muestra el interés, sino también a la que recibe la atención. Es una vía de dos manos: las dos partes se benefician. – Dale Carnegie

Considero que el mayor bien que poseo es mi capacidad para despertar entusiasmo entre los hombres, y que la forma de desarrollar lo mejor que hay en el hombre es por medio del aprecio y el aliento. -Charles Schwab 

Nada es para siempre

Otra cosa que parece ser bastante obvia pero como seres humanos nos encanta considerarnos el centro del universo cuando en realidad somos tan pequeños. Cualquier problema, cualquier sentimiento, ya sea felicidad, angustia, emoción o rabia todo es temporal. Cuando todo se siente abrumador y solo queremos que nos trague la tierra es bueno recordar que mañana será otro día y que solo la muerte es irremediable. Recordar esta verdad hace que todo se sienta menos grave. Sucede que como soy una persona muy intensa tiendo a ver como una gran tragedia griega a todo lo que me suceda, cuando es bueno es genial y cuando es malo quiero esconderme debajo de una roca. De cualquier forma cada vez que pierdo perspectiva intento pensar en alguna cosa negativa del pasado y ver que hoy no se ve tan terrible como en el momento en el que estaba pasando.

Cada día tiene su belleza

Tengo que admitir que este año de mi vida fue una prueba para todas las cosas que digo y en las que creo. Sé que soy una persona fuerte, pero me he sentido débil y perdida. Sé que tengo potencial pero sin saber en donde poner mi energía he creído que no me estoy esforzando los suficiente. Y entonces uno se puede deprimir muy rápido, los días se vuelven largos y los largos inviernos (Dios este año no parecía que se iba a acabar) pueden quitarle la sonrisa hasta al más optimista. Entonces es bueno tomarse cada día a la vez y lograr apreciar algo bueno en cada día, ya sea tu café matutino, la forma en que la luz entra por la ventana, unos copos de nieve bailando o el sonido de la lluvia en la ventana. Una de las razones por las que amo la fotografía es la oportunidad que nos da de encontrar belleza en las cosas cotidianas. Durante mi proyecto 365 me vi obligada a practicar este principio y no solo fue un año en que tome muchas fotos lindas sino un año en que aprendí a ver lo bello en las pequeñas cosas.

No te des por vencido

Y esta debe ser la lección principal de este año, no porque no supiera la verdad que encierra sino porque cuando tu mundo está de cabeza, te sientes desorientado y deprimido tienes que recordar quien eres. Hoy puede ser un día malo, y en un mes las cosas no se verán mejores, y quien sabe tal vez tienes un año que parece un desperdicio pero si nos concentramos en lo que realmente queremos y no dejamos de trabajar activamente en nuestro sueños, en algún momento veremos que todo ese tiempo que vimos como perdido nos estaba preparando para cosas mejores. No pienses que eres el primero al que le dicen no, mucha de la gente exitosa ha tenido que trabajar muchos años para llegar a donde están y a veces puede parecer que tuvieron suerte porque de repente alguien noto su trabajo, pero eso no sucede sin que recibas negativas antes.

Así que sigo en la dura lucha como dice mi pa. No voy a dejar de trabajar en mis metas y no voy a dejar de soñar. El camino cambia todo el tiempo pero la meta sigue siendo la misma. Y para probarme a mi misma esto en mi cumpleaños me tome un autorretrato que reflejara esto. Esta soy yo. Un poco más espabilada pero con las mismas ganas.

Day dreamer

 

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Falta de inspiración

Así se llama este post porque definitivamente hoy no tenía ni idea de que escribir, a veces pasa que necesitamos ser creativos y la inspiración nos abandona. Pero por suerte esto es bastante pasajero y no hay que sentirse mal porque un día no tenemos las ideas más brillantes. A veces lo mejor es simplemente dejarnos descansar, ir a comer algo rico, escuchar música linda y tal vez solo tal vez la siguiente idea está al final de esa taza de café, en las letras de una canción, en ese atardecer que miras por la ventana.

La vida creativa tiene sus altos y sus bajos, un día increíblemente productivo puede ser seguido por una semana de trabajo que parece no tener sentido. Lo importante es simplemente ser constante, es por esto que considero que tener un proyecto ayuda mucho. Mi meta por ahora es escribir en este espacio por lo menos una vez a la semana, usualmente no tengo problemas encontrando un tema, pero hoy me tuve que sentar y pensar largo rato. Finalmente se me ocurrió que no soy la única que tiene este problema.

Cuando estuve haciendo mi proyecto 365 habían días que simplemente no quería hacer la foto del día, era tarde, estaba cansada, pero fue un año en que crecí mucho, aprendí a ver cosas que no estaban ahí, aprendí a darle una oportunidad a esa idea que no creía que funcionaría. Cuando no tenemos inspiración es mejor ser amables con nosotros mismos, y darnos la oportunidad de no ser brillantes, y simplemente darnos espacio.

Muchas veces la falta de inspiración tiene mucho que ver con que nuestra cabeza está ocupada con los problemas cotidianos. Para esto hay una cura simple y se llama tener un diario. Como costumbre intento escribir mis páginas matutinas, en las que escribo todo lo que se me ocurre, a veces son cosas tontas, como que tengo que pagar la limpieza del edificio, o que tengo que sacar la basura, otras veces es más obvio que estoy triste o enojada por algo, pero de vez en cuando me sorprendo porque descubro que es eso que me estaba haciendo estar malgenia o desconcentrada. Cuando acabo de escribir es como que me he liberado de esa carga porque logro poner mis ideas en orden. Me he acostumbrado también a agradecer a Dios por todo lo bueno, y de pronto el mundo se ve mas brillante.

Supongo que esperaban que les dijera en donde conseguir inspiración para su próximo proyecto, pero creo que es bastante obvio, peliculas, música, pinterest, 500px, flickr, sonidos, imágenes, una palabra. Pero a decir verdad si realmente nos sentimos bloqueados intentar inspirarnos con el trabajo de otros puede solo frustrarnos. Está bien no ser productivo, está bien ser flojo por un día, está bien dejar que tu niño interior quiera simplemente hacer algo que le haga feliz.

Como dijo Borges en su poema instantes:

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Lo de los helados ya lo he puesto en práctica 😉

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