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A la Mar

Quisiera escribir un post sobre mi viaje a Puerto Vallarta y contarles sobre los lugares lindos que hay que conocer y la comida deliciosa que comer. La verdad es que me fui de vacaciones pero de esas en las que simplemente te desconectas de todo y de todos y apagas tu cerebro.

Pero les comparto unas fotos que hicimos en el hotel, ese pedacito de cielo que encontramos para recuperar el aliento literalmente. 

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De pie

No quiero dar consejos, ni pretender que después de leer este post tu vida habrá cambiado, no te ofrezco curas mágicas, ni renovar tus esperanzas, solo quiero compartirte lo que me mantiene en pie aún cuando las cosas se ponen difíciles, lo que me ha hecho no olvidar quien soy, ni mis sueños.

1.Primero yo

Lo sé, suena egoísta, egocentrico, narcisista, arrogante y ególatra, talvez lo sea. No podemos dar lo que no tenemos, así que aunque sea todo lo anterior, me cuido a mi misma, cuido de mi salud mental y física, y de mi felicidad. Me hace ser mejor persona no tener resentimientos, poder sonreír y tener una buena actitud con la vida. He aprendido a las malas que nadie te va a cuidar, que nadie velará por tus intereses.

Eso ha hecho que tomar ciertas desiciones difíciles sea más llevadero, también me ha ayudado a discernir rápido si una situación me está ayudando a conseguir mis sueños, o si solo me está deteniendo. Me doy cuenta ahora que he experimentado mucho en mi vida, porque cuando algo deja de aportarme a mi crecimiento, lo dejo ir rápido. Solo tengo esta vida.

2. No

Una palabra que aprendí a usar recientemente, en lugar de intentar complacer a todos, empecé a decir que no, a situaciones que no se sentían correctas, a personas tóxicas, a proyectos que no se alineaban con mis valores. Aprendí a poner límites y fui más feliz, y para mi sorpresa la gente me respeto más, porque yo empecé a respetarme a mi misma.

3. Creer

Creer con todo mi corazón en mi propósito. Cuando todo falla, cuando todo es oscuridad. Creer que todo tiene una razón, que no estoy sola, que el universo me está dando una oportunidad, aunque en ese momento siento que el mundo se viene encima. Creer, me ha hecho convertir los errores en aprendizajes, los tiempos difíciles, en oportunidades de crecimiento.

4. Aceptación

En todo momento, lo único que podemos hacer es aceptar lo que sucede y planear nuestra siguiente jugada. No hay forma de cambiar el pasado, y es inútil preocuparse por el futuro, pero podemos aceptar el ahora y sacarle el mejor provecho.

5. Todo es temporal

La vida es como el mar, la marea sube y baja. Hay olas grandes y momentos de calma, pero todo pasa. Nada es eterno, ni es para siempre. A veces pienso en esto cuando estoy feliz, y me siento tentada a no dejarme sentir el momento, solo porque sé que también es temporal, pero lo momentos de felicidad perdidos no harán que duela menos la tristeza.

6. Los milagros existen

Cuando hago un recuento de mi vida, me doy cuenta cuantas veces he presenciado milagros: mi existencia, en las cosas simples, y en sucesos que pasaron de ser sueños a ser realidades, sin que yo supiera muy bien como sucedió.

 

 

 

 

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Como no aprender a madrugar

Suena el despertador y lo único que quiero hacer es apagarlo. Son las 5:15 am hora a la que me he estado levantando durante los últimos 12 meses. Me levanto como zombie y empiezo mi rutina, yoga, vestirse, sacar a Ramona (mi perrita), café, en la puerta de la casa a las 6:00 am.

Quiero creer que me convertí en una persona madrugadora, pero creo que falta un ingrediente la motivación, aunque claro evitar el tráfico ha sido la mayor motivación, pero siento que sobrevivo, no que estoy viviendo el idea de los madrugadores, tener tiempo para todas las cosas importantes, dicen que por eso la gente se levanta temprano. Yo apenas siento que logro esto.

Me encantaba la idea de despertar antes de que saliera el sol, me encantaba pensar en meditar en la calma de la madrugada, en esas horas doradas entre las 4 y las 6 de la mañana.

Tal vez no todos debemos de madrugar, tal vez solo estoy peleando con mi genética.

Entonces empezó a pasar algo interesante, algo raro, añadí unos minutos de yoga y meditación (si me levanté más temprano, todavía), y empecé a disfrutar algunos momentos, lo “tranquila” que está la ciudad antes de que el sol salga, salir sin prisas, caminar en la terraza y mirar por un momento a la ciudad luminosa, darme cuenta de que estoy viva, y tengo todo un día más para vivir.

No sé como convertirme en una madrugadora, no tengo idea, en un mundo ideal no sería necesario madrugar… tal vez…

 

Honestamente quién se quiere levantar después de mirar esta carita…..

 

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De cuando deje de poner excusas por ser quien soy

La rara, la hippie, la diferente. Si, soy yo. Esta bien, quiero cosas diferentes, no quiero conformarme, no puedo quedarme quieta (pienso que es genético), tengo alma de gitana, tengo ganas de comerme el mundo, no quiero que me digan quien puedo ser, no acepto lo que se espera de mi. No quiero que me pongan etiquetas. 

Pase mucho tiempo pensando que un día encontraría mi tribu, mi gente y no tendría que ser diferente. Diferente ahora es mi bandera. Nadie que admire se conformó, nadie que piense que ha logrado algo con su vida siguió el guión que propone la sociedad. Nadie ha llegado a mucho esperando a quedar bien con todos.

Quise en algún momento ser invisible, pasar desapercibida, pensé en cambiar todo de mi. Si solo siguiera ese guión, estudia, cásate, ten hijos, jubílate, muere, tal vez viviría más tranquila. Fui miserable viendo que mi vida podía resumirse en una frase. Esa no soy yo, no creo que seas tu tampoco.

¿Por qué nos dejamos llevar por esa corriente? Tal vez por miedo, miedo a fracasar, a ser diferente, a que nos vean y digan que somos unos PERDEDORES.

Dejé de poner excusas por ser quien soy, por ser ambiciosa, por hacer lo que la mayor parte no están dispuestos a hacer, pero que yo si; y me enorgullece no quitar el dedo del renglón, traer el pelo rosa, ser creativa y organizada, ser trotamundos, ser una artista y una ingeniera. 

Dejé de hacerme pequeña porque soy mujer, porque soy muy joven, porque soy guapa.

Seré tan grande como mis sueños, y cuando me caiga me levantaré  más fuerte y más dispuesta a seguir con mi camino. No estoy dispuesta a dejar que nadie me haga sentirme menos.

Y ya era tiempo.

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2017 una restrospectiva tardía

Es primero de enero, la mayor parte de la gente estará recuperándose de la fiesta de fin de año, los posts nostálgicos de lo que fue el 2017 ya se escribieron y es tiempo de 2018.

Este post retrospectivo tuve que escribirlo apenas ahora que realmente terminó el año, con las emociones apaciguadas por el comfort de unos días de reflexión.

2017 fue un año complicado, no lo negaré, 2017 fue un año en el que también pasaron algunas cosas extraordinarias, 2017 fue un año diferente definitivamente.

Empecé el año en caída libre, una vez que el polvo de la caída se aclaró pude ver que había caído en un lugar inesperado pero en el que aprendería lecciones muy importantes. Desde el 1ero de febrero me convertí en asesora de socios en la Cámara Mexicano Alemana de Comercio e Industria, la ironía de regresar a trabajar con alemanes, la ironía de sentirme en casa.

Les presento a mi yo godín (oficinista).

Pasaron los meses y en mi primera salida del trabajo a Querétaro conocí a dos personas magníficas, con las que pude empezar a sentirme menos sola en mi pluriculturalidad y en muchas otras cosas. De este corto viaje tengo memorias muy lindas. Puse en práctica algunas de las lecciones que me enseñó mi jefa para convetirse en un ninja de cambiar tarjetas de presentación. Reconozco que me he vuelto bastante fluída en el juego de hacer relaciones públicas.

Gracias a mi curiosidad innata decidí probar algo nuevo, quería que la Cámara fuera más activa en eventos de tecnología, y logré cerrar una colaboración con el evento de tecnología y talento más grande de México, Campus Party, gracias a el apoyo una vez más de mi jefa, logré poner en movimiento una iniciativa que sería el inicio de nuevos retos.

Durante la participación de la Cámara en Campus Party en Guadalajara dimos una plática sobre lo que hacemos y tuve la oportunidad de conocer gente muy interesante, de ver una ciudad nueva, y de ser parte de un evento que me dejó motivada y llena de energía.

Mi hermana de la vida, mi Martina Valarezo vino a visitarme este año también, paseamos, comimos delicioso y como si fuera un sueño fuimos juntas a la casa de Frida, juntas en la casa azul sentí que la vida me había regalado un privilegio extraordinario por tener a esta persona maravillosa en mi vida y por poder compartir algo que amamos juntas.

Poquito después me subí en un avión para festejar mi cumpleaños 30 en mi lindo Ecuador. Apenas llegar nos aventuramos a la laguna del Quilotoa con la familia de mi esposo y mi familia. La bajada a la laguna no es para los débiles de corazón, pero vale totalmente la pena.

Mi cumpleaños lo festejé con mis papis y mi esposo en un lugar mágico: Mindo – Ecuador. Hasta el medio día tuve un cumpleaños bendecido, desperté entre el canto de pájaros, rodeada de montañas, feliz. Mientras comíamos algo recibimos la llamada sobre el terremoto aquí en México.

Una semana después di mi curso “Fotografía para Redes Sociales” con el coworking Conexión EC,  un curso en el que había trabajado durante 8 meses y que tenía más de 2 años en preparación. Fue un día hermoso, estaba nerviosa, pero me sorprendió lo natural que se me hizo pararme frente a mis alumnos, lo natural que fue compartir lo que sé. Me lleno de emoción ver como después de la parte práctica muchos de mis alumnos habían logrado ya mejorar su fotografía. Fue un pequeño logro, pero fue un logro que me ha enseñado que en mi futuro habrán más cursos, más conferencias y más de mi sobre un escenario. Como cantante los escenarios no han sido algo ajeno, pero nunca me esperé que volvería a uno de ellos compartiendo conocimiento.

Además durante mi viaje pude ver a mi familia, abrazar a mi abuelito y a mis primas. Con mis amigos me reí y celebré sus logros, fue el mejor regalo darme la oportunidad de estar junto a la gente que me hace feliz.

Regresé y a finales de octubre me pasé por Monterrey. Además de tener mi primera experiencia como traductora simultánea durante una presentación de la cámara con el atleta extremo Robby Clemens, tuve la oportunidad de volver a ver a mis queridos amigos Carlos y Marcela y de ver por primera vez a su retoño. Mi sobrino postizo se robó mi corazón e hizo que el viaje fuera mucho más especial. Me recordó que a pesar de estar empezando desde 0, tengo amigos que me reciben con los brazos abiertos en muchos lugares, eso es una bendición.

Noviembre fue el mes en que por fin tomé acción para hacer realidad mis sueños una vez más. Encontré a mi coach de vida gracias a la guía divina. Hoy estoy escribiendo las primeras páginas de mi plan de negocios, para un proyecto que me hace ver que de verdad no hay mal que por bien no venga.

En diciembre, con la batería muy baja ya, hice avances en areas inesperadas. Hay cosas que todavía no es tiempo que salgan a la luz. Lo que sí puedo compartir es que después de muchos años mi mamá regresó a su ciudad. La recibí con los ojos cansados pero llenos de gratitud, este día parecía que nunca llegaría pero ahora tengo a mi mamá aquí en mi casa. Pocos días después llegó también mi papi querido y hemos pasado unos días ajetreados pero también muy bendecidos.

Con mis papás aquí me di cuenta que ya me muevo en la ciudad con mucha facilidad, que conozco los nombres de las avenidas principales, que no me pierdo en el centro, que hasta puedo jugar a la guía turística con mis amigos y familia, eso es para mi un logro, porque esta finalmente es mi ciudad también. Cada día que paso en ella me vuelvo más chilanga y me encanta.

Menos importante pero igual positivo, este año por fin compré mi nueva cámara y un nuevo lente y en general me di algunos gustitos comiendo rico y paseando por esta ciudad que nunca duerme.

Este año aprendí:

  • Los artistas solo pueden florecer si abren su mente a ser mucho más que eso.
  • En la vida hay días, meses y hasta años de preparación, el proceso a veces nos parece demasiado largo, pero es necesario.
  • Los fracasos pueden servir de inspiración, los fracasos a veces son formas en que Dios nos pone en un mejor camino.
  • Nunca estoy sola, Dios siempre está a mi lado, si dejo que sus milagros actuen en mi vida, todo se hace más sencillo.
  • Conoce el sistema y luego sácale provecho.
  • Las personas sólo tienen poder sobre mí, si yo se los doy. Nadie me puede decir que puedo o no hacer.
  • Amar lo que haces hace toda la diferencia en como vives tu vida. Si no puedes hacerlo ahora, busca una forma de hacerlo en el futuro, no es sencillo, pero es la mejor forma de pasar nuestro tiempo en esta tierra.

Gracias por todas estas lecciones vida, gracias 2017 porque te sobreviví y hasta te saqué provecho, gracias 2017 porque mostré que soy mucho más fuerte de lo pensaba.

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No soy de aquí, ni soy de allá

¿Alguna vez te has sentido perdido, no encajas en ningún lado y por más que intentas no encuentras a tu tribu?

10 meses atrás empecé una nueva etapa de mi vida, una etapa ligada a directamente a la pregunta: ¿y tú de dónde eres?

La respuesta hoy es muy diferente que hace algún tiempo. No soy de ningún lado, soy de todos lados. Soy de donde dicte mi corazón.

La búsqueda

Empecé a buscar la respuesta hace algunos meses, siendo la primera y la más obvia pregunta: ¿soy mexicana?

Los conflictos de identidad y de pertenencia han sido una constante en mi vida. Ahora me confrontaba de nuevo con la pregunta sobre a dónde pertenecía.

Mi respuesta a extraños se volvió una versión refinada de toda mi vida, misma que fui perfeccionando para atraer su atención sin tener que pasar una hora definiéndome.

Soy mitad ecuatoriana (miro en sus ojos la sorpresa y el intento de ubicar a mi país del sol) mitad mexicana (empatía porque soy de este país) y de corazón un poquito alemana (los alemanes se sonríen al escuchar esto).

Durante mucho tiempo luche con el hecho de no ser tan mexicana como me gustaría, de sentirme alemana sin serlo, de sentirme ya tan lejana de la realidad como ecuatoriana, y sobre todo con el hecho de no poderle explicar a la gente que me sentía de cada lugar dependiendo de mi estado de ánimo, del mes del año, de la gente con la que me relacionaba, y del país en el que me encontraba.

Mientras más buscaba una respuesta definitiva, más me encontraba con esta paradoja, no ser de ningún lado, y a la vez ser de todos estos lugares.

No me gustaba no poder encajar, no poder ser clasificada. Entonces algo empezó a suceder, conocí gente que me entendía, mexicanos que nacieron en Rusia y crecieron en Alemania; alemanes que se portaban más como mexicanos que el más mexicano; alemanes nacionalizados canadienses viviendo en México. Mi tribu, como yo, no pertenecía a un solo lugar y algunos de ellos habían logrado estar en paz con este hecho, otros incluso le sacaban provecho.

Entonces decidí dejar de sentirme avergonzada por ser quien era, aceptarme en mis facetas diferentes y no juzgarme. Sin importar si un día extrañaba comer pan alemán y me daba nostalgia recordando el olor a Glühwein, sin importar si cocinaba con mi esposo llapingachos, sin importar si me emocionaba hasta las lágrimas al escuchar a otros mexicanos cantar el himno nacional después de rescatar víctimas del sismo del 19 de septiembre, nada de esto importaba porque era yo, auténticamente era yo.

La respuesta

“Solo eres libre cuando te das cuenta de que no perteneces a ningún lugar, que perteneces a todos los lugares… El precio es alto. La recompensa es grande.

Conversaciones con Maya Angelou (4 Abril de 1928 – 28 Mayo de 2014).”

La paradoja de no pertenecer a ningún lugar es pertenecerse a sí mismo. Cuando dejé de preguntarme de dónde era y me concentré en ser mi yo más auténtico la pregunta en si misma dejó de tener sentido.

De una forma natural también las conversaciones de mi origen dejaron de ser de la pertenencia y evolucionaron a compartir experiencias, encontré que no éramos tan diferentes, sin importar de dónde vinieramos.

 

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Altibajos

Hace casi un año tuvimos que vivir una de las experiencias más difíciles y dolorosas de nuestra vida como adultos, con nosotros me refiero a mi y a mi esposo.

Todavía me duele el estómago cuando pienso en lo que ocurrió, cuando mi esposo con voz entrecortada me dijo que lo habían despedido de su trabajo. Ahora mientras lo escribo no suena trágico, ni fuera de lo normal, pero no fue el hecho de dejar de trabajar en algún lugar, fue la forma del suceso.

Mi esposo fue una de las primeras personas en trabajar en GitLab, fue el 9no empleado, en algún post de la compañía lo contaron entre los empleados fundadores. Durante el tiempo que estuvo ahí la empresa creció como la espuma y el fue uno de los pilares ya que durante meses fue la persona que dio soporte a los clientes, los mantuvo felices y ayudó a crecer al equipo con gente de primer nivel, esforzándose en encontrar a las mejores personas para su equipo.

Gitlab como muchas otras empresas empezó a padecer de los dolores de volverse una empresa grande. Desorganización, falta de liderazgo, y de procesos de recursos humanos, lo que en algún momento fueron los valores de la empresa como ser abierto y poder expresarte con confianza en que tu opinión contaba, rápidamente fue remplazada por una cultura en la que solo ciertas opiniones eran valoradas.

Mi esposo fue uno de los tantos empleados despedidos sin tacto, nunca es agradable tener que separar a alguien de la empresa, pero la forma que lo hicieron parecía buscar la humillación de alguien que había colaborado arduamente durante mucho tiempo. Tan solo días antes del viaje anual de la empresa para la que habíamos hecho gastos para poder ir y con la ilusión de meses de ver a sus compañeros, lo dejaron ir, sin aviso ni paga alguna, y ni siquiera por la gente que lo había contratado o que era directamente su jefe. Su jefe se escondió, y no dio la cara, el dueño del negocio tampoco dio la cara. Cobardes. En ese periodo salió gente muy valiosa de la empresa, no sólo mi esposo.

Imagino que preguntan que fue lo que causó el despido, tener la osadía de tener una opinión diferente, en un asunto insignificante. El ego de alguien era muy sensible.

Así sin piso, con nuestros corazones rotos, nos abrazamos y le dije a mi esposo que íbamos a salir adelante. Hicimos todo lo que se nos ocurrió para salir de esa situación.

Le recé mucho a la virgencita de Guadalupe, le prendí todos los días una velita. Un día me llamaron de una entrevista de trabajo para la Cámara Alemana y sin saber bien por qué iba (cero experiencia en comercio exterior), me arreglé para la entrevista, a la entrada del German Centre hay varias banderas, y la que más me llamó la atención fue la de Baden-Württemberg. Entré al edificio y encontré el logotipo de mi banco en Alemania. No pude evitar sino sonreír, era como si Dios estuviera dándome una señal, era como si Alemania me estuviera recibiendo de nuevo. (Nótese la ironía).

Si no hubiera sido por este suceso nunca hubiera aplicado al trabajo de la Cámara Alemana, pero ahora sé que fue lo mejor que me pudo haber pasado. Días antes de que todo se viniera abajo yo estaba terriblemente asustada de empezar una nueva etapa en México, no sabía por donde empezar y de nuevo le pedí a Dios que me guiara, que me ayudara. Durante todos los meses que he trabajado asesorando a empresas he aprendido mucho sobre la economía, sobre hacer negocios, sobre los retos de los empresarios, sobre sus deseos, y además he formado una red de contactos muy valiosa, algunos de los cuales ahora son amigos muy queridos. De cero a VIP.

Teníamos que ser arrollados para dejar todo lo que ya no nos servía, fue un golpe duro, pero nos enderezó, nos dio una nueva dirección. No somos las mismas personas, crecimos, maduramos, nos transformamos, nos fortalecimos.

Hoy mi esposo trabaja en una empresa con ideales que van con sus valores, está tranquilo, le pagan mejor, y hay menos presión.

Yo redefiní mis metas para los próximos 20 años. En poco tiempo lanzaré un nuevo emprendimiento, al que no me hubiera atrevido hace un año.

Fue horrible, sí. Cambiaría algo, no.

“La vida es la mejor maestra. La mayor parte del tiempo la vida no te habla, sólo te empuja de un lado al otro. Con cada empujón te dice: Despierta, hay algo que quiero que aprendas”.

“El fracaso derrota a los perdedores e inspira a los ganadores”

Robert Kiyosaki – Padre Rico, Padre Pobre.

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10 años viviendo en Venus

Hace un par de semanas caí en cuenta, pronto mi blog cumplirá 10 años. No puedo evitar pensar que estoy vieja, como mi blog. 10 años en el internet es una eternidad. Eramos todos tan jóvenes, tan inocentes, con tan mala ortografía. No puedo ni ver mis antiguos posts y no corregirme comas, tíldes, etc.

10 años de aventuras, 10 años de reflexiones. Abrí en blogger mi antiguo blog y me adentré en las entrañas del internet para darles un recorrido al pasado. Por ahí se encuentran a ustedes mismos con sus blogs.

En esos primeros años mi blog era mi forma de no sentirme tan lejos de casa, pero también era la forma de construir este otro nuevo hogar, y compartirlo con mi gente. No era nada formal, había una libertad en los textos, que se nota en su tono casual, todos eramos amigos y nada de lo que pasaba en el internet importaba en la vida real.

Este blog ha sido mi hogar, y ha sido también su hogar, me ha regalado además la oportunidad de conocer gente extraordinaria a la que quiero con todo mi corazón y que no hubiera conocido de no ser por este lugar.

Este blog me acompañó durante la universidad y mis viajes por Europa, para luego llevarlos conmigo a Latinoamérica.

Con el paso de los años me volví una profesional del internet, empecé a crear contenido para empresas, a crear estrategias digitales, a contar historias para marcas y a posicionarlos en el internet. Ahora mi blog es parte de mi marca personal, y la forma en la que muchos de ustedes me han conocido y hasta contratado.

Si quieren llenarse de nostalgia he reactivado mi blog de blogspot para que me relean. En este post les cuento de un sueño que ya ni recordaba.

Este post de uno de mis primeros rodajes me encanta.

 

Oficialmente mi primer post fue el 20 de diciembre de 2007. Escribí sobre Amy Winehouse, en ese momento la artista que más escuchaba.

Quiero contarles que este blog mutará un poco; he crecido y el blog también (nótese el uso de puntuación). Por esto, en unos meses empezaré una nueva aventura y tal vez no sea en Venus.

Cambio y fuera desde el satélite de Venus.

Su Venusita.

 

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El año del caos

Este año he tenido mucho tiempo para reflexionar en mis 2 a 3 horas de trayectos hacia y desde el trabajo. No ha sido el año más fácil, ni el más entretenido, pero ha sido un año de un crecimiento excepcional, uno de esos años que me destruyó y me volvió a construir.

Quién diría que iba a encontrar la paz y la serenidad en medio de la multitud, del caos, del tráfico y del ajetreo de una ciudad que no duerme ni descansa nunca. La paradoja de la vida, tenía que venir a este lugar para lograr callar las voces exteriores, para tomar el control de lo único que importa, mis pensamientos.

En todo lo que va de este año esa tal vez ha sido la lección más importante.

2017 que año tan complejo.

De sentirme aterrada a sentirme liberada, de la serenidad en la mitad del caos.

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Ecuador mágico – Mindo

Creo que de las cosas más lindas de volver a tu país es dejarte maravillar por eso que durante tanto tiempo no era especial. Mindo es uno de esos lugares que visité cuando era adolescente y que para los turistas extranjeros es una parada obligatoria cuando visitan Ecuador.

Después del caos de la ciudad mi alma anhelaba un poco de tranquilidad, de paz, de aire limpio. Volví a Mindo y lo miré con ojos diferentes, estaba emocionada por ver los colibríes y las mariposas. Quería dormir rodeada de montañas y despertarme con el canto de los pájaros. No les voy a mentir, no quería regresar ni a Quito, menos a la Ciudad de México.

100% recomendado para simplemente volver a respirar aire puro y desconectarse.

Fotos tomadas con Sony a7 y Minolta Rokkor-x 200mm – f 4 y iphone 5s con diferentes lentes.