Mi primer viaje a Europa fue hace casi 9 años. En ese entonces Europa me parecía este destino inalcanzable pero ahí estaba, sentada en el avión, llena de emoción.
A través de los años he recorrido varias ciudades europeas, algunas más de una vez. El año pasado tuve la oportunidad de ir a trabajar a Holanda, y aproveché para visitar algunos lugares ya que estaba del otro lado del charco.
Soy el tipo de viajera que le gusta planear mucho para poder relajarme en los viajes. A pesar de lo que pueda parecer, los aeropuertos, y la burocracia de viajar me causan todavía un poco de ansiedad. Soy de las que necesita estar 3 horas antes en el aeropuerto, reviso todo 100 veces antes de salir de casa y tengo una lista de lo que hay que llevar y otra de las cosas que hacer antes del viaje. Gracias a Dios todos mis malestares se terminan una vez que estoy sentada en el avión. Los viajes me gustan mucho porque tengo que dejar mi sentido del control y dejarme llevar.
Todos los viajes empiezan con una ilusión
Si quieren viajar ese el primer paso. Yo me la paso soñando con el siguiente viaje, porque eso me hace enfocar mi energía hacia ese sueño y hacer cosas proactivas. Cuando tengo muchas ganas de ir a un lugar recolecto información, compro guías de la ciudad, y empiezo a pensar en cómo pagar el viaje. Durante muchos años viví en Alemania como estudiante, lo cual significa que tenía lo necesario para vivir de mis padres, pero cualquier cosa extra tenía que venir de mis ingresos mínimos de estudiante. Así que vivíamos de forma minimalista, no comíamos mucho fuera de casa, intentamos ahorrar en las cosas diarias, y esa filosofía me permitió viajar mucho, aún con un presupuesto apretado.
Ahora tengo un poco más de dinero, poco a poco me puedo dar uno que otro gusto, pero mantengo la filosofía de la estudiante pobre, gasto lo menos posible en mi día a día. ¿Por qué pagar por un café afuera cuando tengo en casa una máquina de hacer espressos y café de excelente calidad? Quiero comer algo rico, a buscar recetas y compro ingredientes buenos. Así poco a poco se empieza a hacer un fondo para el viaje. También hubieron casos en que simplemente tuvimos que vivir a punta de pasta con berenjenas para hacer lo que nos gusta, pero uno hace lo que tiene que hacer.
Comprar vuelos
Vivir en Europa también me obligó a pensar un poco diferente a la hora de planear, para los que no hayan vivido por allá, les cuento que la gente planea con mucha anticipación cualquier cosa porque todo se vende rápido. Así que los tickets de avión siempre los comprábamos con meses y meses de anticipación.
Una ventaja de comprar tickets con 9 a 10 meses de anticipación es que puedes comprar los pasajes más baratos, estos no permiten cancelaciones, ni cambios, pero suelen ser bastante convenientes.
Comprar vuelos en aerolíneas baratas puede ser la única opción cuando el presupuesto es apretado. Para viajar a Europa usamos mucho Condor, una aerolínea barata parte de Lufthansa. Los vuelos pueden salir hasta 600 euros más baratos que con una aerolínea como KLM.
Si no tienen que viajar en una fecha específica vale la pena subscribirse a las páginas de las aerolíneas para saber de promociones.
Viajar en temporada baja también puede ser una opción, en estas fechas los precios de los vuelos serán mucho más convenientes. El truco es comprar estos tickets una semana o máximo dos antes del viaje. Así fue que conseguimos pasajes por menos de 500 dólares a la Ciudad de México desde Quito, viajamos a mediados de enero. Pagamos casi el doble por nuestro viaje a Cancún sólo porque por obvias razones no podíamos permitirnos no estar en nuestra boda.
Truco express: La última vez que viajamos al viejo continente fuimos en primera clase de KLM. Basta decir que después de 12 horas en el avión no me quería bajar. (Esto no es nada común). Cuando llegamos al aeropuerto vimos que podíamos hacer un “upgrade” por 300 dólares. Al ser el inicio de un viaje bastante largo nos pareció que valía la pena. Si tienen un poco de presupuesto extra, pregunten al hacer check in, tal vez tienen alguna oferta disponible.
¿Cuándo, cuántos días, cuántas ciudades?
La mayoría de la gente no puede tomarse 6 meses para vacacionar, y lo cierto es que lo ideal sería poder viajar un año completo y descubrir lo más posible. Mis viajes han sido normalmente cortos, ya que vivía en Europa, pero esta vez que fuimos por 3 semanas ,fue el tiempo más largo que nos tomamos de una sola para solo viajar.
Creo que de 3 a 4 semanas es el tiempo mínimo para planear un viaje para descubrir Europa.
Por lo general planeamos de 3 a 4 días por ciudad. Aunque depende del tamaño de la ciudad y de que tanto queramos conocer. Para ciudades grandes como Londres, Berlín o Paris, recomiendo por lo menos 5 días. Estas grandes metrópolis tienen tanto que ofrecer, que vale la pena quedarse más tiempo. También hay ciudades que se pueden visitar en 1 o 2 días.
Hay ciudades que en sí no tienen mucho que ofrecer, pero son perfectas para hospedarse y conocer la región, en nuestro viaje a Italia este octubre, fuimos a Nápoles a vivir Italia, es decir comer mucha pizza y aprovechamos para conocer algo de la costa Amalfi y Pompeya.
Dependiendo de lo que quieran conocer también es importante planear, si quieren ir al Oktoberfest en Alemania es obvio que tienen que ir en Septiembre a Alemania. Bueno no tan obvio. Me ha tocado viajar en todos los climas y creo que la primavera y el otoño pueden ser perfectos para visitar lugares que en verano son demasiado calurosos, ejemplo Italia, Grecia, España. Pero el verano en los países nórdicos puede ser un sueño, buen clima y mucha luz, aunque si quieren ver una aurora boreal deberán ir a finales de otoño, en invierno y a principios de primavera.
¿Qué ciudades visitar?
El reto más grande que uno enfrenta al planear este tipo de viajes es tener que decidir que NO visitar. Usualmente intentamos conocer Europa por partes, para aprovechar al máximo el tiempo de vacaciones. Visitar ciudades que están cerca puede ser un buen inicio, escoger un país que nos llame más la atención y de ahí ver a dónde podríamos ir con facilidad. En nuestros viajes los recorridos por varias ciudades se han visto algo así.
Stuttgart – Amsterdam – París – Barcelona – Stuttgart. Con tren y paradas intermedias en pueblos y ciudades pequeñas. ( Interrail.)
Stuttgart – Venecia – Roma – Stuttgart. En avión.
Quito – Amsterdam – Milán – Nápoles – Pompeya – Stuttgart – Amsterdam – Utrecht – Quito. En avión de país a país y en tren dentro de los países.
Decidirse depende de gustos y presupuesto. El sur de Europa resulta ser bastante más barato: España, Portugal, Italia, Grecia; mientras que los países Nórdicos suelen ser más costosos o países que no tienen Euro como el Reino Unido y Suiza.
¿Dónde hospedarse?
Cuando éramos estudiantes optábamos mucho por albergues y hostales. Los albergues en Alemania “Jugendherbergen”, suelen estar muy bien ubicados y tienen precios accesibles. Los hostales también los usamos mucho, sobre todo a través de la página: hostelworld.com. Eso sí hay que reservar con la mayor anticipación posible, porque los hostales buenos se llenan rápido.
En el último viaje usamos Airbnb, una página en la que gente de todo el mundo ofrece desde habitaciones hasta casas para renta. Los precios suelen ser bastante buenos, pero siempre es bueno comparar con los precios de hostales y hoteles. Lo que me gusto mucho de este servicio es que con un poco de suerte, uno puede convivir por unos días con lugareños. Nuestra estadía en Nápoles fue genial porque nos quedamos en casa de un artista, que nos dio buenos tips y nos ayudó en todo lo que pudo.
Otra buena opción puede ser booking.com. Lo importante es revisar un par de sitios y establecer un máximo de gasto en hospedaje.
Si tienen amigos es obvio que esa es la mejor opción. De vuelta a Stuttgart nos recibió una amiga maravillosa y no hay nada mejor.
Gastos
Para hacer un buen presupuesto de viaje es necesario hacer nuestra tarea, es decir recolectar la mayor cantidad de información sobre los lugares que vamos a visitar.
Lo primero que calculo son los costos de movilización. En esto cuento tickets de avión, tren, y todo lo que implique costo para llegar del punto A al punto B. Esto incluye las Visas y transporte dentro de las ciudades, taxis, metro, etc.
Seguido de eso calculo un estimado de comida por día, tomando en cuenta que planeo comer y los costos de las diferentes ciudades. Comer en Italia es muy barato, pero Francia puede ser bastante más caro y por lo general las ciudades grandes tienen precios más altos que los pueblitos. Se puede comer muy bien si se puede cocinar un poco, o preparar por lo menos snacks. Comprar agua en el supermercado siempre nos ahorrará mucho.
Seguido de esto planeo mi estimado de gastos de hospedaje. Siempre poniendo un tope. Finalmente añado la cuota de entretenimiento, visitas a museos, parques, sitios arqueológicos, compras como recuerdos, y gastos varios.
En orden cronológico lo que hago es:
- Soñar mucho e informarme lo mejor que puedo del destino a visitar.
- Ahorrar y planear estimado de gastos.
- Decidir qué ciudades visitar, en qué orden y cuantos días.
- Visas.
- Comprar pasajes de todo el viaje ya sea avión o tren.
- Reservar hospedaje.
- Esperar ansiosa.
- Detallar actividades en cada ciudad o saltar esto y ser completamente espontánea. Se vale solo comer las delicias locales y disfrutar.
Y ahora sí buen viaje!