Hace unos días me dí cuenta de que en los últimos 4 años he vivido en 4 países diferentes, Alemania, Ecuador, Colombia y ahora México.
Mudarse es una cosa, pero mudarse de país o peor de continente es otra completamente diferente.
Así que con esta última experiencia les quiero compartir un par de cosas que he aprendido. Tal vez alguien esté en busca de un par de palabras de aliento antes de dar el gran salto, o tan solo quieras alguien que te diga que todo va a estar bien.
Todo va a estar bien pero…
Tu vida será un caos
Prepárate. Sin importar que tan emocionado estes por comenzar una nueva aventura cambiar toda tu vida y comenzar de nuevo nunca, repito nunca es fácil, ni estarás preparado. En cierto punto sabes un poco que esperar pero eso no hace meter toda tu vida en cajas que sea más fácil.
Las complicaciones normales de las mudanzas te parecerán un sueño. De pronto si no encuentras algo no sabrás si está en tu país, se se perdió en una de esas cajas que mandaste por correo o si está en el fondo de todas las maletas que trajiste con sobrepeso en el avión.
Solo queda aceptar que por algún tiempo tu vida no tendrá ni pies ni cabeza. Agárrate.
Buscar casa nueva
Dependiendo si viajas solo o con tu familia buscar tu nuevo hogar en tu nuevo país puede ser algo relativamente sencillo a una pesadilla.
Si alguien me hubiera dicho que nos íbamos a tardar un año en encontrar departamento en Stuttgart hubiera hecho las cosas un poco diferente.
Si conoces a alguien en el país al que vas a vivir, preguntale cual es la situación de viviendas en la ciudad. Y si no ya sabes el internet ahora tiene toda la información del mundo.
El dinero es relativo
Muchas veces parece que irnos a vivir a otro país puede traernos una mejor calidad de vida, pero la cantidad de dinero es una forma inocente de comparación. No es solo cuánto ganas, sino cuánto gastas.
No te guies por las creencias populares. En el primer mundo no siempre vas a vivir mejor, aunque ganes más billetes.
Hay una página para comparar costos de vida que puedes visitar:
Numbeo
Luto por tu antigua ciudad
Yo sé que esto puede sonar un poco extraño, pero se que no es algo que solo me ha pasado a mi. Aunque estes feliz con tu decisión de empezar una nueva vida, eso no significa que no estés dejando una parte de ti atrás.
Nunca pensé que dejar Stuttgart me fuera a dejar un sabor amargo. La verdad es que era mi hogar y una parte de mi siempre será de Schwabenland (chiste de los que hemos vivido allá). Eso es algo que debía procesar y solo lo pude hacer cuando lo acepté.
Así que no te sientas mal por estar un poco triste.
Puede ser que engordes
No todas las personas tienen un metabolismo maravilloso que hace que no engorden. A mi ya me ha pasado 3 veces, engordé cuando llegué a Alemania, cuando regresé a Ecuador y ahora que he llegado a México he notado también que he subido algo.
Creo que es completamente normal, por el cambio de alimentación y el estrés. Además probablemente no puedas comer las primeras semanas como te gusta porque estás más ocupado con cosas básicas como dónde vivir y cómo sobrevivir en tu nueva ciudad.
En parte también al llegar a un nuevo lugar quieres probar todo, y comer fuera de casa no siempre es la mejor opción si queremos mantener la figura.
Eventualmente la rutina vuelve y si eres una persona saludable tu peso volverá a su estándar.
Al final del día tienes que estar un poco loco para empezar de cero.
En unas palabras muy sabias:
All change is hard at first, messy in the middle and gorgeous at the end.
El cambio es duro al principio, caótico en la mitad y hermoso al final.
-Robin Sharma
Saludos desde mi nuevo hogar, la Ciudad de México!