comment 0

Me enfermé de COVID en el 2022 – Esto es lo que aprendí

Ya es 2022 y parece que últimamente de lo único que escribo es de esta pandemia. Ciertamente en los últimos meses han pasado muchas cosas interesantes positivas. Me vuelvo a mudar de país.

Justo antes de la gran mudanza (si a esta le estoy llamando la gran mudanza y ya verán porque) quisimos volver por unos días a Ciudad de México, mi ciudad. Mi esposo se encontró con sus compañeros de trabajo por allá, y honestamente después de más de 2 años de una vida bastante aburrida, pensamos que era seguro hacer esta reunión con colegas y amigos. Finalmente quitaron el uso de mascarillas donde vivimos, en CDMX el semáforo del COVID estaba en verde. ¿Qué podría salir mal?

De los colegas de mi esposo la mitad se contagiaron de COVID, en la primera semana de nuestra estadía de dos semanas. Mi esposo se contagió y obviamente me contagió también a mi.

Ahora si esto fuera así de simple no habría mayor problema, te contagias, te haces un test, sale positivo, te aíslas, evitas que la gente a tu alrededor también se contagie.

Aquí es donde la cosa se pone complicada, resulta ser que los test preventivos no sirven (por lo menos en nuestro caso no fue así). No sé si es el hecho de que estamos vacunados, pero los test no detectaron el virus lo suficientemente rápido para evitar que un grupo de personas puedan verse durante un par de días y no contagiarse si uno se contagió, digamos en el avión de camino a la reunión.

El día siguiente que llegaron los colegas de mi esposo todos se hicieron una prueba rápida con la esperanza de que si alguien se había contagiado pudieran evitar un contagio masivo. Todos dieron negativo.

Hicieron sus actividades normales, fueron a comer, a las pirámides, y por precaución, volvieron a hacerse otro test dos días después. Solo que en esta ocasión uno de ellos dio positivo.

Mi esposo había pasado con esta persona en contacto cercano durante todo el día anterior, sin mascarilla. Para mi era obvio que también el estaba contagiado y por lo tanto yo probablemente.

Intentamos no entrar en pánico, y para tener un test seguro fuimos a hacernos una prueba PCR, además de la prueba rápida (que había salido negativa). La prueba PCR salió negativa. Dos personas más del grupo se hicieron pruebas PCR, todas negativas.

En ese momento pensamos que habíamos logrado vencer al virus, habíamos hecho lo correcto y lo habíamos atrapado a tiempo. Error.

Para este punto ya estábamos contagiados porque nadie volvió a tener contacto con la persona con el test positivo y aún así días después muchos de nosotros empezamos con síntomas, e incluso una persona le hicieron un test de rutina en un aeropuerto de Canadá (no tenía síntomas) y dio positivo.

Procedimos a cancelar todos nuestros planes y nos aislamos, un par de días después de los tests negativos y habiendo visto a varias personas en esos días. Yo incluso fui a un evento con muchas personas aunque por suerte en CDMX para estos eventos todavía es necesario traer mascarilla. Avísamos a las personas y cruzamos los dedos para no haber infectado a nadie más. (Parece que no contagiamos a nadie).

Después de unos días miserables empezamos a mejorar y nos fuimos a casa.

Moraleja:

1. El virus es muy contagioso, el periodo de incubación depende mucho de la persona, y los tests no sirven para evitar contagiar a otras personas.

2. Hacer reuniones con gente que viene de muchos lugares distintos por cortos periodos de tiempo es el coctel perfecto para enfermarse de COVID.

3. Las vacaciones cortas con otras personas que requieran vuelo en avión a otro país quedan absolutamente descartadas.

4. Los planes de vacaciones deben tener (hasta que no haya forma de prevenir la infección) un plan de contingencia con recursos para poder aislarse durante por lo menos una semana extra en donde hagas vacaciones.

5. La vacunación hizo más tolerable la enfermedad, pero aún así el virus no es ningún chiste.

6. Volveremos a usar mascarillas y a tomar precauciones sobre todo hasta que no haya una forma real de prevenir la infección porque las vacunas solo ayudan a prevenir que el virus te mate o te mande al hospital.

Todavía tengo algunos síntomas de Covid, la congestión nasal no se ha ido, así como el cansancio. Estoy ya en la segunda semana de esta historia. Sabemos que tenemos mucha suerte de estar vacunados y que nos haya dado casi todos los síntomas leves, aún así:

Tener COVID apesta.

Cambio y fuera.

Filed under: Uncategorized

About the Author

Posted by

Cyndi Caviedes is a Visual Artist. She is passionate about film, photography and life. Quito-Ecuador - Stuttgart-Germany - Mexico City-Mexico

Leave a Reply