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Un estudio creativo en lugar de una productora de cine…..

Me cuesta ponerme el título de cineasta, me cuesta escribir que hago películas, me cuesta, porque es una verdad a medias. A una edad muy temprana empecé a escribir historias, lápiz y papel era lo único que necesitaba. Solía escribir en hojas de un cuaderno y al terminar arrancaba las hojas y las cosía para que parecieran un librito. Estaba tan orgullosa de estas pequeñas creaciones, tenía 9 años. A los 15 empecé a escribir más en serio, recuerdo que ponía música, como en este momento, y me sentaba a escribir durante las noches. En mi colegio me habían enseñado mecanografía y esta resulto ser la mejor educación que pude haber recibido. Mis manos se deslizan por el teclado, todos mis dedos trabajando en forma armónica, mis ojos fijos en la pantalla, la ideas fluyendo por la punta de los dedos. Es como una meditación escribir. Los personajes aparecen en la página, venidos de quien sabe donde y empiezan a caminar, hablar, a suceder.

Esta idea de que la creación puede empezar en la nada ha sido algo que me ha empujado a explorar. Envidiaba mucho a la gente que podía dibujar, porque ellos podían darle forma visual a sus ideas y yo solo tenía mis palabras.

Pasaron los años y descubrí que con una cámara y mi imaginación podía visualizar lo que estaba en mi mente. Empecé a crear arte digital. Los mundos que antes solo podía crear en palabras empezaron a tomar formas diferentes. Habían pasados un par de años desde el día en que tomé mi primera clase de cine, mi idea cuando me fui a estudiar a Alemania era estudiar ese arte que combinaba tantas otras artes, donde las historias eran los reyes.

No fue sino después de salir de la universidad que me atreví a filmar mi primer cortometraje de ficción, escrito por mi misma. El Regreso de Lena. De pronto tenía una caja llena de herramientas para contar historias de una forma mucho más elevada y aunque me sentía poco preparada me lancé a la aventura.

Eso fue en el 2015, no podía imaginarme que mi próximo cortometraje serían en realidad 3 cortos, y en otro medio completamente diferente. Realidad Virtual. De pronto ya no tenía solo una pantalla en 2D, tenía una tercera dimensión, el espacio, y muchos más estímulos sensoriales con los que contar historias.

¿Cocinamos? Explora el ayer, el hoy, los espacios, las texturas, el sonido, los ruidos, la sensación de presencia y todo para contar algo tan sencillo y tan elemental que te provoca una reacción visceral.

Hace 2 meses abrí Cuturpilla37 mi estudio creativo que fundé con mi esposo, los dos somos personas creativas, llenas de ideas, somos una confinación entre arte, tecnología e innovación. Una productora de cine era restrictiva, en ella no entraba nuestra visión de un espacio de creación, en donde haya lugar para diferentes medios, pero un estudio creativo sí es el espacio para que las historias vivan en la plataforma que funcione mejor.

No sé como se ve este nuevo camino pero estoy contenta de poder caminarlo y ver a donde nos lleva.

Cambio y fuera desde Guadalajara.

 

Filed under: Creatividad

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Cyndi Caviedes is a Visual Artist. She is passionate about film, photography and life. Quito-Ecuador - Stuttgart-Germany - Mexico City-Mexico

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