¿Cuándo fue la última vez que te sentiste vivo? ¿Cuándo fue la última vez que sentiste con intensidad la vida?
Durante los últimos años después de salir de la universidad he intentado incansablemente de comportarme como un adulto responsable y hacer algo de lo que he aprendido durante mi educación formal. Todos los intentos de hacer dinero, ser productiva, ser independiente para darme cuenta que he estado intentando ser alguien que no soy.
Muchos meses de reflexión a veces silenciosa a veces ruidosa y desastrosa me han llevado a concluir que la última vez que me fue bien, que me sentí contenta con mi vida fue cuando estaba concentrándome en contar historias.
Así que desde hace unos meses y con el corazón en la mano me propuse dejar de pretender ser fotógrafa, ser diseñadora, ser productora y aceptar que soy una soñadora empedernida, una artista, una escritora, y una cineasta.
Muchas veces ha salido el tema de mi situación actual en conversaciones casuales con mis amigos y familia, y no es raro escuchar que tengo aspiraciones muy altas, que debería de intentar hacer cosas más rentables, como hacer bodas, entrar al mundo de la publicidad, de los videos empresariales, etc. Y hasta hace poco estaba convencida también de que esa era la forma de actuar, hasta que me di cuenta que me sentía perdida y un poco miserable. Esto último era obvio ya que me estaba negando a mi misma y me estaba negando la oportunidad de vivir mis sueños porque cerré las puertas de la posibilidad.
¿Y si el cielo es el límite? ¿Qué harías si fuera posible realizar cualquier sueño?
No fue fácil abrir la puerta de la posibilidad de nuevo después de tantos meses de realismo. Pequeños pasos me han llevado a poder escribir este post. He venido a decir que no dejaré que la vida me pase.
Sé que tengo a mi alrededor algunos artistas bloqueados que me hacen pensar que estoy mal de la cabeza. Pero si esto es la locura, prefiero mil veces vivir así, con la adrenalina en el cuerpo, sintiendo que cada día cuenta, que mintiéndome a mi misma.
Supongo que a muchos les asusta ver el largo camino, arriesgar todo por una idea. La verdad es que siempre se pueden inventar excusas para no seguir tu camino, pero es esa una vida que vale la pena vivir.
¿Qué dirá en tu tumba?
Y si tu estas en ese momento en que la vida y todo a tu alrededor parece que te empujan lejos de tus sueños, ten la seguridad de que solo debes buscar formas de cambiar de camino y de pronto el camino empieza a volverse claro. El camino empieza en uno mismo.