Sientes que estas harto de todo, harto de las pantallas, de ir al mismo lugar, ver a los mismos convivientes (aunque los amas con locura), harto de sentirte que vives el mismo maldito día todos los días y nada sucede.
Si así me he sentido, y lastimosamente la falta de cosas por las que emocionarse últimamente me han llevado a consumir demasiado de lo que hay disponible, televisión, redes sociales, libros, comida, y sí, lo que pueda comprar en línea.
Pero esto me ha dejado con un vacío, de otro tipo, un vacío de propósito, y ahora necesito hacer borrón y cuenta nueva, desintoxicarme digitalmente, mentalmente, dejar de consumir, tanto.
Claramente no voy a dejar de comprar comida, y acabo de pedir cortadores para galletas navideñas (si eres amigo mío espera galletas de regalo navideño) pero tengo esta necesidad de deshacerme de todo lo que no me haga feliz. Hacerle al estilo de vida Marie Kondo, y solo quedarme con aquello que me haga feliz, que me haga sentir viva, y puedo asegurarles que son pocas las cosas que me hacen sentir así ahora.
Tengo ganas de no comprar cosas superfluas, tengo ganas de comer solo cosas que me hagan sentir ligera y vital, quiero sentirme viva otra vez, quiero sentir que aunque no parece que pasa nada, yo estoy viva.
Por ahora no puedo decir que me emociona el 2021, me da ansiedad mirar al futuro, y me da aburrimiento pensar en otro año como este….
Supongo que nos queda buscar nuevas formas de vida, de compartir y estar cerca, de a pesar de todo estar ahí los unos para los otros.
Tengo un vacío de abrazos y de besos, de risas compartidas, este año no he reído lo suficiente. Tengo un vacío que no logro llenar con nada más que con la voz de mi mamá.
¿Qué nos queda?
Nos quedan nuestros sueños, nos queda volverlos a abrazar, decirles que aunque este año estuvieron en pausa, si encontraremos una forma, tenemos que hacerlo.
El próximo año es el año de triunfar, lo sé. Tengo que creer en eso. Tengo que tener esperanza.