Hoy cumplo oficialmente un año de regresar a Quito. Hoy también estoy entregando una extensiva carpeta de mi nuevo cortometraje “El Regreso de Lena” para el fondo de fomento del CnCine.
Obviamente me pregunto y me he preguntado si fue la decisión correcta regresar, y sé en mi corazón que en el momento en el que lo hice era lo único que se sentía correcto. Un ciclo había terminado, me fui después de terminar un gran proyecto, ganar mi primer concurso y deje un autobus con mis dibujos rodando por la ciudad que me vio caerme mil veces y levantarme mil y una veces.
No sé si he logrado mucho o poco en un año, a veces he sentido que no ha pasado nada y otras que debería de estar orgullosa de todo lo que he logrado.
En estos meses después de dejar la tierras nórdicas, hice fotografía, me promocioné, hice contactos para solo decidir que no es lo que me hace vibrar.
Y mientras hacía esto y diseñaba cursos de fotografía y disfrutaba de estar de nuevo en mi país empecé lo que es un proyecto que se ha convertido en una bola de nieve.
El guión de “El Regreso de Lena” fue como una terapia para mí. Tan perdida en un mundo conocido. En medio de la confusión y la incertidumbre de mi futuro nació una hija de tinta. Mi creación tan pequeña y tímida se ha convertido en lo que me hace levantarme todos los días, pero tenía que creer en ella y dejarla salir al mundo.
Cual madre que va a dejar a su hijo al kindergarten por primera vez leí a mi equipo de producción el guión. No quería, pero sabía que debía, que era necesario. Sabía que mi hija podría resultar un poco lastimada en el proceso pero era por su bien.
Después de esa primera reunión a la que esperaba que no fuera nadie y a la que llegaron todos puntuales pensé que esto podría tener futuro. Así llegaron a mi vida este grupo de personas que me hicieron creer que no estaba tan loca o más bien que me han hecho sentirme acompañada en mi locura.
Apenas estamos en etapa de pre producción pero sé que ahora tengo la responsabilidad de hacer que este guión se convierta en un cortometraje, ya no tanto por mí sino por toda la gente que ha puesto tanto esfuerzo para poder hacer esta idea una realidad.
Foto: David Corini
Modelo: Cyndi Caviedes
Ilustración: Diana Boada