Uno de los placeres más grandes que encuentro al salir de viaje es llevarme mi polaroid y buscar esos momentos que quiero capturar con esta cámara. Al tener fotos limitadas hacer una foto se vuelve un ritual en el que pienso, busco la luz y el ángulo que más me guste para luego apretar ese botón y escuchar ese glorioso sonido que hace al escupir la foto y meterla rápidamente en un lugar oscuro. Lo mejor de todo es esa expectativa de ver como saldrá la foto cuando por fin después de 40 minutos este revelada.
Oh si la mágia de las polaroid me vuelven una niña! Esta vez tenía un par de fotos extras de cuando nos fuimos a Paris y no me acabe el film. Se ha vuelto una costumbre llevar por lo menos un paquete de polaroid a cada viaje 🙂
Si quieren hacerme un regalo ya saben. Film para una polaroid 600 me hará muy feliz!
Espero que esten empezando su semana con muchos buenos ánimos. En Alemania el clima está tan horrible, pero miro estas fotos y me caliento un poquito.
Desde este año espero ponerme las pilas en muchos aspectos, eso sí mientras me hagan sonreír. De paso les doy una probadita de el último proyecto del año pasado. Las dos primeras fotos son parte de la serie “Belleza Equina”