Acabo de cumplir 2 años viviendo en Ciudad de México, y tengo que admitir que nunca me hubiera imaginado todos los retos que supone vivir en una megaciudad, aún después de viajar por diferentes países y vivir en diferentes ciudades, hay muy pocos lugares que se comparen a esta ciudad. Aunque aún pienso que no hay forma de prepararse para lo que es esta ciudad, aquí van mis consejos de supervivencia.
1. Ubicación, ubicación, ubicación
Después de haber vivido a 5 minutos a pie de mi trabajo y luego a 1 hora (si me iba bien) de la oficina, entendí que el lugar donde vives y trabajas definirá por mucho tu calidad de vida en esta ciudad. Vivir cerca de donde trabajas no es necesarios, más bien diría es esencial a tu salud mental, física y espiritual. La cantidad de horas que he pasado en el tráfico durante los últimos meses me hace sentir que envejecí solo de lidiar con el tráfico. A las 6:30 de la mañana, hora gloriosa en la que estaba subiendo a Mordor (Santa Fe) ya el tráfico hace que avances por Av. Constituyentes a 5km/h.
También quieres considerar que donde vivas debe ser un lugar “relativamente” seguro y de preferencia con buena conexión al metro, o metrobus. Tener una parada de metro cerca puede hacer tu vida mucho más fácil. Santa Fe y Polanco son esos lugares que son dominados por los autos, así que es mejor que te acostumbres.
Si pueden trabajar desde casa, creo que esta es la mejor opción. Habiendo pasado por todas las otras opciones, esta es la que funciona mejor para mi.
2. Hay gente en todos lados
Si lo tuyo no son las multitudes, piensatelo 2 veces antes de venir a vivir aquí, somos muchos, y con muchos me refiero a 21 millones de personas, siendo la 9na ciudad con más aglomeración a nivel mundial. Aquí hay que llenarse de valor y de paciencia al salir a la calle. Una de mis amigas me visitó el año pasado y la pobre no podía creer que tenía que hacer fila, por todo. Si de casualidad te da por ir al centro en fin de semana, podrías ser arrastrado por el río de gente entre la calle Maderos y el Eje Central. Aquí una fotito para que se hagan a la idea.
Si tienen claustrofobia como su servidora, evitarán el transporte público en hora pico. Pero si no les queda de otra, prepárensen para aventarse, (lanzarse) para poder subir al metro, o metrobus, y renuncien a eso que le llaman espacio personal, también no lleven maletas abultadas, podrían quedarse atorados y pasar su parada.
Lo intenté una vez y me dió un ataque de pánico.
¿ Ya les dije que la hora pico empieza a las 6:30 de la mañana? No me pregunten a que hora acaba, estoy sospechando que no acaba hasta las 10 de la noche… a menos de que sea Diciembre… en fin.
3. Comer en la calle
Para ser chilango hay que tener estómago de acero, si acaban de llegar, les recomiendo no comer en los puestos callejeros, la venganza de Moctezuma es real y hará que se quieran arrancar las entrañas. Entre si te da colitis, gastritis o de plano una infección intestinal también es necesario comer el picante con mucho recelo, las salsas verdes suelen ser las más malévolas, prefiere las salsas rojas, o los chiles toreados. Cuando preguntes si algo pica, entiende que muy picante, significa que no te lo vas a poder comer y te va a hacer un hueco en la lengua. Si pica poquito a lo mejor y lo toleras, mejor pide tu comida sin picante y pide salsa aparte.
Después de varias malas experiencias en el departamento de las salsas, identificamos los lugares en los que las salsas están buenas y en los que no. Si es un restaurante con más caché, no hay mucho de que preocuparse, pero por seguridad pedimos la comida a domicilio sin salsa y le ponemos la casera que tenemos aquí.
4. Distancias
El chilango promedio tiene una noción de que es lejos y que es cerca que no dejaba de sorprenderme en mis primeras semanas, cuando preguntaba si estaba lejos o cerca y la respuesta casi siempre era que estaba cerca, pero para mi eso era ya lejos. 30 min en auto es cerca, 2 a 3 horas es lejos. Para que se hagan una idea. Es así que en a mi casi todo me queda cerca, claro, sin tráfico, vivo muy central en la colonia Narvarte, pero gracias al tráfico un traslado de 30 min puede demorar 2 horas.
La ciudad parece que no termina nunca, y se extiende en todas direcciones, cuando de pronto ya saliste de la ciudad y te encuentras en el Estado de México, que tampoco tiene fin.
Como dije al principio, vivir cerca de donde trabajan es vital.
5. Las quesadillas
No me pregunten porque, pero aquí las quesadillas también pueden no llevar queso. No se sorprendan cuando les pregunten si quieren su quesadilla con o sin queso.
6. Clima
Me encanta el clima de esta ciudad, tenemos 4 estaciones, aunque no se sienten de forma tan extrema. A partir de mayo, mes en que empieza a llover y hasta octubre aproximadamente, es recomendable llevar un impermeable o paraguas a donde sea que vayas. No importa si la aplicación del clima dice que habrá sol todo el día, de pronto puedes encontrarte en medio de una tormenta, que te arranca los calzones si no te los agarras bien. Después de lo que parece el fin del mundo con granizo, nuestra ciudad vuelve a tomar su condición de lago, pero no se preocupen, media hora después el sol sale.
7. Calidad del aire
No es por espantarlos, pero la calidad del aire en esta ciudad es regular o mala, tóxica en algunos momentos. No a todos les afecta tanto, pero si como yo sufren de problemas con sus vías respiratorias, podrán sentir más que una incomodidad, quedarse sin aire no será tan raro. La contaminación tiene efectos secundarios que uno a veces ni se imagina, como estar cansado todo el tiempo, dormir mal, y por ende estar más cansado, además de ser más propensos a enfermarse.
Para contrarrestar un poco de esta situación, he tenido que recurrir a dormir sin excepción con un purificador de aire, noté como después de comprarlo, volvía a levantarme con energía; también tengo instalada una aplicación en mi celular que me indica la calidad del aire, así si debo salir de casa me llevo un tapabocas para que me ayude un poco y lo último que compré fue un purificador de aire personal y portátil. Es la cosa más bonita del mundo y estoy segura de que mis pulmones lo apreciarán.
La Ciudad de México es uno de los lugares más divertidos para vivir, y los chilangos seguro sobreviviremos a cualquier cosa, cual cucarachas.
Dicen que lo que no te mata, te hace más fuerte. Esperemos que sea así.