La realidad virtual no la escogí yo, ella me escogió a mi. Algo así dijo mi talentosa amiga sobre la publicidad. De alguna forma siento que a veces encontramos cosas que nos van bien, casi sin darnos cuenta.
Cuando era aún una niña, empecé a escribir historias, quisiera saber que me hizo tomar lápiz y papel y llenarla de personajes y ambientes. Curiosidad, emoción, tal vez una simple forma de dejar salir lo que estaba en mi cabeza. Las historias también me escogieron. Llegan a mi, me abro y me llenan, fluyen a través de mi.
Estoy sufriendo una metamorfosis, dejo atrás todo lo que ya no me sirve y recibo con alegría y esperanza esta nueva etapa. Nueva energía. Parece que solo fue ayer que comencé a aprender sobre hacer cine, parece solo ayer que estaba en Alemania estudiando, ahora vuelvo a ser estudiante.
Estudio estas realidades inmersivas, estas pre-historias, estas nuevas realidades que apenas están en su infancia. Lo hago con amor, con ojos de niña, con ilusión. Es como estar de nuevo frente a esa hoja en blanco, cuando todo era posible.
Para esta nueva etapa habrá un nuevo espacio, porque se lo merece. Un nuevo blog.
Continuaré creando historias, en las que ustedes ahora serán los protagonistas.
¿Listos?
3,2,1….