Hasta hace poco pensaba que tener mi negocio propio sería un viaje hacia la seguridad, hacia una entrada segura de dinero, hacia la independencia.
Ahora entiendo que el sentido de ser mi propia jefa es no tener miedo de fallar, es tener esa libertad de explorar lo posible, de crecer, para eso será necesario tener estrategias claro; pero saber que solo estoy limitada a mis propias creencias, ese es el principal objetivo, ser capaz de emprender el viaje, ser capaz de seguir caminando y aprendiendo.
No quiero una vida perfecta, segura. Quiero una vida en la que cada día cuente, en la que no viva para el fin de semana.