No eres lo suficientemente buena, esta idea es demasiado grande para ti, ¿quién eres tu para atreverte a tanto?
Estaba paralizada, aterrada, quería tirar la toalla, la tire, apenas intentar, sentada frente a ese nuevo precipicio de una nueva vida, esa nueva vida requería que fuera valiente. La valentía me había dejado. Tantas cicatrices de mis caídas me recordaban amargamente que a veces la vida no es tan amable conmigo, pero a la vez aquí estaba de nuevo, al borde. Al borde no se puede uno andar con medias tintas. Hay que dar ese paso, o no darlo, solo hay dos opciones. Me veía en caída libre, sin paracaídas, y no quería una cicatriz más.
Pero este nuevo proyecto, esta idea, me estaba llamando, esta idea había nacido de años de cosechar cicatrices. Años de intentar y fallar, años de que no cuajaran las ideas. Esta idea, más grande que el mundo, esta idea se sentía inevitable, se siente, me corrijo, como parte de mi destino. Yo pensaba que estaba al borde del abismo, pero la verdad es que ya estaba en el aire, cayendo a miles de kilómetros, y alguien en mi oreja me decía estas lista, abre tus alas, confía en ti.
Entonces decidí ayer por la noche, que no importaba si había una próxima cicatriz, lo que importaba es a donde me llevará este camino, lo importante es darme la oportunidad de disfrutar la vista, de abrir mis alas y agarrar viento, dejar esta energía fluir y dejarme ser.
Decidí que hacer esto no era imposible para mi, era simplemente mi camino y mi destino, que yo era un canal que recibía esta inspiración y que tenía que honrarla, tenía que darme, dejarme, abrirme toda.
Después de meses de miedo paralizante, de mini ataques de pánico, de ansiedad y nudos en la boca del estómago, lo solté todo, porque no solo soy un flujo de energía, solo soy un instrumento, y me lo estoy haciendo demasiado difícil, cuando todo lo que necesito hacer es estar presente en el momento y aceptar que soy un canal que recibe.
Dejar de preocuparme por la calidad, y solo producir. Suspender el juicio.
Les digo a mis alumnos que lo único que pueden hacer mal es no intentar, que fallar es parte del proceso, pero que doloroso es a veces eso. Sin embargo no estoy fallando ahora, estoy triunfando, estoy triunfando y voy a disfrutar esta sensación de que por fin mis alas agarraron aire y tengo esta sensación de ser invencible, por lo menos hoy.