Seguro no soy la primera, ni la última persona que afirma que está al borde de otro “burn out”.
Durante mucho tiempo fui el tipo de persona que creía que nada podía detenerte de hacer lo que amas. Durante el último año de mi universidad, llegué a trabajar 20 horas, escribir mi tesis, atender a clases y terminar un documental. Al final de ese año escolar tuve un burn out tan fuerte que terminé en el hospital. Perdí mi vuelo a Florencia, Italia, y casi pierdo también mi vuelo a Ecuador.
Desde entonces he intentado ser más consciente de mis necesidades como persona. Mentiría si digo que no estaba feliz haciendo todas estas cosas, también mentiría si digo que no tenía un dolor de espalda tan fuerte que no me dejaba ni dormir, que mis defensas estaban bajas, que me dio una infección al riñón terrible.
En mi mente no había nada que pudiera detenerme de ir por lo que quería, y hasta criticaba a la gente que no hacía “suficiente” y que solo se quejaban.
La vida me ha dado lecciones duras, pero el ansia de vivir y crear a veces es más fuerte. Mientras otros no pueden empezar un proyecto, yo tengo varios en línea, cada uno esperando su turno a que pueda darles la atención necesaria, otro documental, un curso, una novela, un negocio, etc…
¿A qué hora voy a hacer todo lo que quiero hacer y además tener un trabajo a tiempo completo, cocinar, limpiar la casa, pasear a mi perro, tener una vida social y pasar tiempo con mi pareja?
La respuesta parece ser muy clara, pero he peleado con ella durante meses. No se puede tener todo en la vida.
Lo cual me lleva a la conclusión que para no tener que arrastrarme todos los días a las 5:30 am de la cama tengo que aceptar la etapa de la vida en la que me encuentro, disfrutarla y dejar ir lo que no me sirva.
Estamos en el lugar correcto, y lo que sea que estamos experimentando, es necesario para nuestro crecimiento, podemos tomarlo de esta forma o pelear con la realidad, lo cual es muy cansado. Lo sé de primera mano.
Tal vez ahora es un tiempo de silencio, de pausa en ciertas actividades, de reflexión para el futuro. No hay necesidad de presionarnos, no hay necesidad de tener ataques de ansiedad, no es necesario hacerlo todo, todo el tiempo.
Hace casi 10 años cuando estaba planeando mi primer viaje a Alemania, tuve un tiempo muy parecido, no estaba haciendo mucho más que aprender alemán, no cantaba en el coro de la universidad, no estaba escribiendo, mi yo creativo tuvo una pausa, y todo parece indicar que hoy me encuentro en otra de esas pausas para reflexionar y re-direccionar mi vida. La última vez que hice esa pausa mi vida cambió drásticamente, pude viajar, conocer, vivir aventuras geniales. Espero que esta nueva pausa me lleve a lugares que no me puedo imaginar.
Hay una adrenalina especial que se siente el día antes de empezar el primer día de rodaje, durante meses nos preparamos para ese momento en el que todas las piezas deben caer en su lugar. Desde la primera oración que se escribe, hasta la hoja de llamado que entregas antes de empezar a rodar.
Cada día que estamos en el set es un reto, la presión puede acabar rápidamente con nuestra concentración y energía. Aquí hay un par de tips de como sobrevivir días largos e intensos.
1. Café, snacks, comida caliente
No hay forma de sobrevivir a un rodaje sin estas tres cosas. El o la productora de campo debe llegar primero al set para muchas cosas, entre ellas tener café listo. Si has tenido que empezar tu día muy temprano sabrás que la motivación que da el café es difícil de superar. Si a ese café le añades un poco de pan y fruta, tendrás un equipo mucho más dispuesto a trabajar.
A medio día siempre es importante tener comida caliente, cuando las producciones tienen poco presupuesto es posible hacer tratos con restaurantes a cambio de publicidad. Esta comida hace una gran diferencia. Si han pasado un día filmando en condiciones difíciles sabrán que sentarse a la mesa y disfrutar de un buen plato de comida, hace que las cosas sean de pronto más sencillas.
Si no tienen nada de presupuesto y todo su equipo está prestando su trabajo es aún más importante tener comida como forma de agradecimiento y de motivación.
2. Pausas
Parte de la planeación de un día de rodaje significa pensar cuando se podrá tomar un descanso. Las pausas son necesarias para descansar la mente, respirar. Muchas veces en medio de la adrenalina no sabemos ni como detenernos, es por esto que una persona siempre debe de ayudar al equipo a descansar cuando el plan lo indica.
3. Confía en tu equipo
Hacer cine es trabajar en equipo, tu equipo se convierte no solo en la base de tu trabajo, sino en el factor que determinará la calidad del proyecto. De nada sirve tener grandes profesionales, si no confían los unos en los otros. En momentos donde se toman desiciones en fracciones de segundo, es necesario saber que puedes concéntrate en tu trabajo y confiar en que todos los demás harán el suyo de forma adecuada. Intentar controlar a todo y a todos te desgastará a ti y a todos los involucrados.
4. Prepárate
Desde cosas muy simples como usar ropa y zapatos cómodos hasta haber planeado con detalle cada escena a filmar, estar preparado te ayudará a estar un poco más relajado. El día del rodaje ser espontáneo es una receta para el desastre. Respeta el compromiso de tu equipo y prepárate lo mejor que puedas.
5. Ríe
Siempre que puedas. Recuerda, es un privilegio hacer cine.
Durante los últimos meses hice lo que creo fue el último intento por encontrar un trabajo dentro de una empresa audiovisual para hacer lo que estudié y se hacer.
Desde 2011 he trabajado con empresas en Alemania, Ecuador, Colombia y México, con resultados mixtos. He de recalcar que hasta ahora la mejor experiencia fue trabajando como J. Art Director en Alemania para Schatwzerk, mi jefa me enseñó muchísimo y aunque la empresa tomo un camino diferente al mío, todavía siento que fue una gran experiencia.
Quisiera no decir esto, pero ¿es una coincidencia que la mejor experiencia laboral haya sido con una jefa? He tenido jefes decentes, pero nunca me sentí apoyada, ni sentí que tenía alguien que fuera mi mentor hasta que trabajé en Schtazwerk.
Tristemente mis primeras experiencias laborales en México rebasaron los límites del machismo y de la explotación, y en Ecuador lamentablemente no me fue mucho mejor, empezando porque según la gente que me entrevistó para trabajos, yo estaba sobre-capacitada para el trabajo.
Una crisis de nervios y una buena tanda de jefes abusivos después, no podía ni siquiera imaginarme trabajar para alguien más de nuevo.
Llegué a pensar que la culpa era mía, pero meses de reflexión me han hecho ver que estoy peleando contra la corriente y eso es muy cansado, sobre todo si no sabes como.
Hace poco Netflix me recomendó una de sus nuevas series Abstract. Una serie sobre diseño. La serie en sí, me encanta, de hecho creo que es una serie que vería más de una vez. Mirando a estos artistas no pude dejar de pensar que alguien, quien sea, les había dado una oportunidad, tal vez una sola persona creyó en ellos, pero estaban preparados, en el momento adecuado y lograron que sucediera.
Esto me hizo preguntarme, y que pasa si nadie te da esa oportunidad, porque hasta ahora nadie había querido darme esa mano amiga, hasta ahora no he tenido mucha suerte en ese aspecto.
¿O no?
Ahí es cuando finalmente me di cuenta que sí me han dado oportunidades, mis clientes me han dado oportunidades, han confiado en mi trabajo, han trabajado conmigo hombro a hombro y hemos hecho proyectos geniales.
Entonces, tal vez es hora de que yo misma me de la mano, crea en mi misma y le de la mano a otras mujeres en mi posición. El medio audiovisual es extremandamente machista, y si no hay empresas que den igual oportunidad a hombres y mujeres, entonces tendré que por lo menos intentarlo.
Este intento tal vez hoy no se vea como gran cosa, pero empieza por las pequeñas cosas.
Invertir en mi visión, en mi pasión y en lo que creo es para mí el mejor uso de mis recursos. El mundo no va a cambiar por si mismo, el mundo cambia como resultado de nuestras acciones.
Hay momentos en la vida, en los que todo tiene sentido, momentos de absoluta claridad. Esto fue lo que me sucedió hace un par de meses, cuando de pronto, se hizo muy claro, que mi situación laboral como freelance no era la mejor opción.
Es difícil, casi imposible, continuar viviendo y aferrarse a lo que ya no es. Los cambios son como la marea; a veces está baja y puedes ver el panorama, pero de pronto sabes que una gran ola te hundirá.
Así me sentí durante estas semanas, debajo de una gran ola, luchando por salir a tomar oxígeno.
Navegar las olas de la vida puede parecer una tarea exhaustiva, hasta que dejamos de resistirnos. La verdad es que podemos controlar muy pocas cosas en nuestra vida, para alguien que le gusta planear, organizar y controlar esto es una verdad difícil de tragar.
Lo maravilloso de esto es que no sabes en que playa desierta, maravillosa, te va a dejar la próxima ola. Si no resisto, si acepto, si confío en el universo, en Dios, si lo dejo al volante, entonces de pronto ya no me ahogo, estoy flotando. Estoy disfrutando el momento.
¿No se trata de eso la vida?
Así que estoy disfrutando de esta oportunidad que se me presentó de salir a tomar aire, a ver algo diferente, de desviar mi camino, y aunque parece heterodoxo, sé que un día veré atrás y sabré que tomar un trabajo en un área completamente diferente a la mía, fue la mejor decisión.
Como artista, creadora, el propósito es ese exactamente, crear, tener la oportunidad de seguir haciendo lo que me hace sentir viva. Mientras me gano la vida haciendo relaciones públicas y servicio al cliente, mi mente se despeja para crear, para soñar. Una vez que el dinero no es un problema, solo queda encontrar las fuerzas y el tiempo para hacer que las cosas sucedan.
Aclaremos algo desde este momento, este no es un post recomendándote dejar tu trabajo actual de 9 a 6. Es una reflexión de mi experiencia personal como emprendedora y creativa profesional.
La respuesta más fácil sería no, no des el salto y seas freelancer, pero hacer las cosas que valen la pena nunca son fáciles. Aún así creo que hay un par de cosas que deberías de considerar antes de dar el salto al vacío.
¿Ya has trabajado como freelancer alguna vez?
¿Has tomado proyectos como freelance en los fines de semana, en tu tiempo libre? Si la respuesta es no, lo más probable es que no debas de freelancear a tiempo completo. Claro que todo tiene sus excepciones, en mi caso muy particular empecé a freelancear porque regresé a mi país, Ecuador, después de pasar años en Alemania y no me lo van a creer (lease con sarcasmo), no conseguía trabajo.
Ser freelancer era la única oportunidad de ganar dinero con lo que me había costado tanto tiempo aprender. Gracias a que regresé a casa de mis padres, tenía casa y comida, así que probar ser freelancer no era un riesgo tan grande. Increíblemente empecé a ganar dinero más rápido de lo que me imaginaba, gracias a que ya había hecho algo de trabajo como freelance cuando regresaba de vacaciones.
Entonces lo más aconsejable es empezar a probar lo que es trabajar como freelance antes de dejar tu trabajo que paga la renta.
¿Tienes un plan de negocios?
No, no estoy bromeando, ya sé, eres fotógrafo o escritor, todos tus amigos te dice que por qué no lo haces a tiempo completo, claramente eres muy talentoso. Los planes de negocios deben ser para gente no artística. Falso. Vas a ser una pequeña empresa de uno, tendrás que hacer todo lo que hace una empresa. No tienes idea de que es esto y no te interesa, tal vez no debas de freelancear.
No es necesario tenerlo todo completamente planeado, pero tener una idea clara de tus posibles gastos, un estudio de mercado y un plan de marketing no te puede hacer daño. Lo más básico sería saber cuanto necesitas ganar para cubrir tus gastos, es decir cuando necesitas cobrar por tus servicios para pagar tus costos y ganar dinero.
¿Tienes clientes, una red de contactos, prospectos?
La cruda realidad es que no es una buena idea dejar el trabajo que le da de comer a tus hijos sin clientes, o sin una red de contactos fuerte. Si estás en una nueva ciudad, intentando primero conocer gente, hacer contactos pero debes pagar la gasolina, probablemente no es el tiempo de dar el salto. Es mejor empezar poco a poco y una vez que tengas suficiente trabajo puedes tomar la decisión de dejar ese trabajo que te parece tedioso. Dicen por ahí que Roma no se construyó en un día.
¿Tienes una página web?
En esta era no tener una página web para tu negocio no es aceptable, no, facebook no cuenta, tampoco snapchat o instagram. Tu página web es tu hogar virtual, te legitimisa a los ojos de tus potenciales clientes, te da una oportunidad de mostrar lo que ofreces, y puede ser la plataforma perfecta incluso para vender tus productos o cerrar tratos.
Recuerda que las redes sociales también pasan de moda.
Hoy en día tener una página web no es tan difícil, puedes hacerla con un profesional y olvidarte de ella o puedes invertir tu tiempo y esfuerzo en una de las plataformas como WordPress o Shopify para tener una linda página web a un costo razonable.
Recuerda que una página web necesitas un dominio, si logras conseguir un .com no lo dejes ir. Cómpralo y sujétate a él como si fuera un tesoro. Los .com son cada vez más cotizados y difíciles de conseguir.
¿Tienes suficiente dinero para sobrevivir de 1 a 2 años sin que tu emprendimiento de resultados?
Si la respuesta es no, te recomiendo no lanzarte todavía. Piensa que aún con clientes, experiencia como freelance, un plan de negocios, contactos y página web, las cosas pueden salir mal, la economía se puede desplomar, te puedes enfermar, o simplemente todo lo que pensabas que funcionaba no funciona realmente. Lo último que quieres es no saber como pagar la renta o la escuela de tus hijos.
También piensa que como freelancer tendrás que ahorrar y gastar de forma diferente, aún en el mejor de los casos habrán meses en que no tengas tantos proyectos o clientes y entonces tendrás que usar tu dinero ahorrado de los meses gordos.
Si no tienes nada ahorrado y no sabes como podrías ahorrar para empezar tu emprendimiento te recomiendo revisar tus gastos, te sorprendería todo lo que puedes ahorrar con un poco de esfuerzo. Aquí una lista de cosas en las que puedes ahorrar todos los días.
-Café de casa.
-Comida preparada en casa en lugar de ir al restaurante.
-Bicicleta, caminar o transporte público en lugar de taxi o automóvil privado.
-Ropa de buena calidad (cuesta más al principio pero dura más).
-Vacaciones dentro del país en lugar de fuera.
-Fiestas en casa en lugar de ir a una disco o bar.
-Regalos hechos por ti mismo en lugar de comprados.
-Cortar todos los gastos superficiales. Si no está roto, no compro uno nuevo. (Aplica con computadoras, celulares, cámara, televisión, consolas de videojuegos, etc.)
Si piensas que no lo puedes hacer mira esta entrevista y luego seguimos conversando:
¿Te quedaste sin trabajo y no encuentras uno nuevo?
Entonces déjame decirte que tal vez ser freelance sea tu única opción. Ser freelance tiene una mala reputación por esta misma razón, mucha gente prefiere decir que son freelance que desempleados.
Lo bueno es que si estas en esta situación, en el fondo, sólo hay un lugar a donde ir, hacia arriba. Ser freelance puede salvar tu vida, puede cambiar todo, puedes pasar de ser un ser miserable que apenas si puede sobrevivir a tener una vida que es todos los días un desafío pero en donde tu pones las reglas y los límites.
Sé que suena difícil, pero si eres creativo, persistente, le pones ganas y le pides al universo, tendrás tu recompensa. No habrán cheques seguros, ni horarios, trabajarás y no sabrás si es fin de semana o día feriado, tendrás que vivir con la dualidad de que todo puede o no funcionar, pero construirás algo que te dará más satisfacciones y libertad.
No todos necesitan ser independientes, no todos necesitamos ser emprendedores, pero si tienes esa curiosidad, si tienes convicción en tu producto o tu servicio, o si sabes que ninguna empresa te dará la oportunidad de hacer lo que quieres, tal vez puedes considerar dar el salto.
Pensémoslo, ¿cuánto tiempo perdemos esperando a que alguien nos elija para hacer lo que queremos?
Hace días estuve escuchando el audio libro “The Icarus Deception” de Seth Godin y no podía quitarme de la cabeza la idea que plantean, que es: nos han lavado el cerebro para pensar que lo que debemos hacer es seguir instrucciones.
Yo la rebelde, la que ha decidido conscientemente que no quiere seguir el camino “normal” no soy más que el resultado de años de entrenamiento en seguir instrucciones, órdenes, procesos. Me he sentido un poco mareada, medio asqueada, siento que es como la vuelta de tuerca que le dan a las películas realmente interesantes. Es como salir de la Matrix, despertar de un largo sueño…
Mi mamá ha venido repitiendo desde hace ya algún tiempo que yo no estoy para ser empleada, que tengo demasiada energía para eso, que soy demasiado inquieta y aunque aceptaba su idea, muy en el fondo de mi ser creía que necesitaba que alguien me escogiera, me enseñara, me pusiera en el camino, me diera ese puesto de trabajo que me haría desarrollarme. Ok mamá ya entendí… creo…
Llegué a México pensando que iba a encontrar eso, terminé encontrando lo opuesto. Me encantan las ironías de la vida (Léase en el tono más sarcástico que conozca). Encontré que ningún jefe, ningún puesto iba a ser suficiente, que siempre iba a querer mejorar algo, probar algo nuevo, tener una opinión. No lo había visto con tanta claridad, pero una mujer sin pelos en la lengua, decidida, con una opinión es la cosa más aterradora para las empresas. (Tal vez para la sociedad).
¿Qué pasó después de enterarme que mi mamá tenía razón?
Nada. Todavía no había llegado la última pieza de información para desprogramarme, porque eso es lo que está pasando. Estoy borrando años de lavado de cerebro. Simplemente seguía creyendo que no estaba lista, que no era lo correcto dar el último salto al vacío.
Nadie va a elegirme para ir a hacer mi primera película, nadie va a tomarme la mano y darme esa oportunidad de hacer cámara, nadie va a venir a buscarme para poner mi arte en el mundo. Nadie va a creer en mí hasta que yo salga al mundo y les diga que yo valgo.
Tener una educación en el mundo de hoy puede ser hasta perjudicial para que tu vida tenga un significado más profundo más allá que el de pagar cuentas y recibir un salario. ¿Qué quieres hacer con tu vida? La única que tienes. ¿Por qué no estás haciendo nada para hacerlo realidad?
Tal vez esta idea no es para todos, hay que tener agallas, huevos, ovarios para desafiar ideas tan enraizadas en nuestra cultura.
Es por esto que loos artistas estamos más preparados que nadie más, porque ser artista es muchas veces ir en contra de esa programación, el arte no es secuencial, el arte es desordenado, el arte pide que te equivoques, el arte odia la monotonía del proceso y el arte más allá de esto crea conexiones. Sé que esto es invaluable porque no basta con hablar 3 idiomas y graduarse en Europa, no basta tener buenas calificaciones, nada de eso importa cuando sales al mundo real. (Lo siento por los padres que esperan que eso les dé seguridad a sus hijos).
Así que voy saliendo de la neblina, de aquí en adelante apuesto por mí. Creo en mis capacidades, y como he hecho hasta ahora, haré que suceda con la ayuda de mi sistema de soporte mi esposo, mis padres, mis amigos, y de todos los que quieran sumarse a hacer las cosas diferentes a probar y a soñar. Es contagioso, es maravilloso, y me ha dado más riqueza de la que jamás podría haber imaginado.
Nadie me va a elegir, pero quién diría que eso es algo bueno.
[ES] A casi un año de haber empezado uno de los proyectos más ambiciosos de mi corta carrera por fin puedo presentarles el teaser oficial del nuevo canal de youtube.
Ya hay un par de episodios listos y otros más esperando en la fila de edición.
Al proyecto se han unido mujeres increíbles, cada una me han inspirado, enseñado y me han hecho ver las cosas con otros ojos. Gracias a todas ellas.
El lunes 26 empezamos con el primer episodio. No olviden suscribirse para no perderse ningún episodio. ¡Todos los episodios serán en inglés y español!
[EN] A year ago I started on of the most ambitious projects of my short career. Finally I can present the teaser of my new YouTube channel.
There are a couple of episodes ready to be published and more waiting on the editing pipeline.
Many incredible women have joined the project, each one of them have taught me, inspired me, and made me see things in a different light. Thanks to every single one of them.
On Monday the 26th we’ll start with the first episode. Don’t forget to subscribe, and don’t miss any video. All episodes are in English and Spanish!
Tengo un recuerdo muy claro de cuando era niña y la maestra de primer grado tuvo una charla con mi madre sobre mi falta de integración porque me sentaba a comer sola en el recreo.
Mi mamá no recuerdo en que tono me lo contó, pero sí recuerdo no haber entendido que era lo que querían de mí.
Ahora tiempo después me doy cuenta que mi naturaleza soñadora me hacía no extrañar mucho a los otros niños cuando yo estaba en mi mundo imaginario. No sabía que ser un ente que va de nube en nube de sueños estaba mal visto, era solo una niña…
Siempre he sido un poco así, de pronto en algún viaje alguien se ofende porque de pronto he dejado de hablarles a todos. Lo toman a mal porque no entienden que me he ido a soñar despierta. Estamos a la orilla de un río y mientras los demás conversan y conviven yo sueño con las imágenes y personajes de alguna historia que quiero contar o simplemente me maravillo, solo quiero contemplar la belleza que me rodea en silencio.
Estar solo y soñar despiertos son cosas que hace la gente creativa, la gente que tiene mil ideas, que se dispersa y vive a veces en universos paralelos.
A veces me he preguntado si no soy un poco egoísta por arrastrar a todos los que encuentro en mis aventuras creativas, si no soy narcisista por pensar que vale la pena incomodar y pedir ayuda para convertir esos sueños en realidades. Dudo que sea correcto ser diferente, especial, e intento un poco mimetizarme, sin mucho éxito.
Constantemente la creatividad es lo que me hace respirar, me hace vivir, y sinceramente no es algo que puedo controlar, no es algo que quiero controlar.
Ser creativo no es una profesión, es una forma de vida, aunque el sistema educativo intenta matar a los que sueñan despiertos, la vida real nos muestra una y otra vez que es en donde vive la genialidad. Los soñadores, raros, geeks, nerds y todo los que viven en realidades alternas son los que proponen, los que mandan mensajes que terminan cambiando hasta nuestra forma de vivir.
Entonces no quiero ser la niña que se une al grupo en el recreo, soy y seré siempre la eterna soñadora.
Cuando uno se embarca en el viaje de hacer un cortometraje en el Ecuador hay muchas incógnitas y casi nunca tienen que ver con la distribución del producto que estamos creando. Un cortometraje puede llevar meses de trabajo, y cuando por fin lo terminamos hay que sacarlo a la luz.
Lastimosamente en el Ecuador no hay muchos espacios en los que se promuevan cortometrajes, es en este punto que uno tiene que ser creativo.
“El Regreso de Lena” se estrenó en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, con casi 2000 personas, hay largometrajes que no se estrenan con tanta gente.
No creo que mi cortometraje sea mucho mejor que otros productos audiovisuales producidos en Ecuador. Sinceramente creo que está bien hecho y que tiene un cierto enganche, pero más allá de eso no fue el cortometraje sino mi creatividad a la hora de producir lo que hizo posible tener un estreno de esta magnitud.
Como me dijo Margarita Laso en una entrevista, uno tiene que ir a buscar el escenario. Y eso fue lo que hice, busque fuera del círculo de cine, pensé fuera de la cajita y encontré un apoyo increíble en una institución que a nivel artístico es de las más reconocidas del país. Fui a encontrar un manantial en el desierto. El Ballet Nacional del Ecuador ha sido nuestro mayor apoyo y la razón por la que este cortometraje fue posible.
A la hora de estrenar el trabajo de tantos meses la primera opción fue hacer una colaboración con el Ballet Nacional. Presentar el cortometraje como parte de un espectáculo del Ballet, no fue idea mía, fue idea del director del Ballet, al que respeto y admiro mucho. Yo sinceramente pensaba que me iban a ayudar a conseguir una pequeña sala para que unas 100 personas lo vieran. Nunca imaginé que iba a estar presentando mi cortometraje en uno de los teatros más grandes de mi país.
No me malinterpreten, yo sé que el cortometraje probablemente no gane premios o sea parte de festivales internacionales, pero este trabajo salió a la luz y la gente, mucha gente lo ha visto, sin haberlo puesto en internet. (Todavía hay mucha gente aquí que no tiene internet en su casa). Lo vio la gente de mi país, acerqué el cine a gente que usualmente no iría a ver un cortometraje. Eso para mí vale más que cualquier premio, sobre todo en un país en el que terminar un cortometraje o un largometraje no es realmente tan problemático como hacer que llegue a la gente.
Este es el país donde las salas de cine muestran casi siempre alguna película de acción hollywoodense o alguna película para niños y la producción nacional queda relegada a unas cuantas salas de cine pequeñas en las ciudades principales.
Quieren que su película, larga o corta llegue a la gente, sean creativos, busquen apoyo en lugares inesperados, y si no hay espacios para presentar su producto imaginen y creen su espacio.
Otros espacios que tuve en cuenta como plan B fueron la Casa Humboldt (siendo ex estudiante tengo lazos con la institución), la FLACSO y la Alianza Francesa.
El Ecuador pasa por un periodo oscuro para la cultura, pero el panorama general no debe de detenernos, hacer cine de por sí es una apuesta a lo descabellado, pero si hemos logrado terminar la post producción no debemos de desmayar a la hora de lanzar nuestro producto al mundo.