Ayer fui a ver Roma, la película de la temporada. Antes de continuar creo que es importante reconocer la gran labor de la gente que hace relaciones públicas para esta película, una película es solo tan exitosa como su exposición al público, el revuelo, la anticipación, todo contribuye a que más gente te regale 2 horas de su vida.
Si no has visto la película y quieres verla sin juicios deja de leer.
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Hablando de horas, el primer comentario que hizo mi esposo al terminar la película, que a ratos se hace larguísima fue “estas son dos horas de mi vida que no voy a recuperar”, me encogí de hombros y salimos de la sala 1 de la Cineteca, en donde vimos esta obra con mucha paciencia.
Me gusta siempre empezar por los aspectos positivos cuando doy mi opinión sobre lo que sea. Es una película que rescata algunas de las mejores cosas del cine, acciones en lugar de diálogo sin sentido, es una película que no se esconde, que es clásica en muchos aspectos. De ahí me puedo imaginar que vienen las buenas críticas que leí antes de su estreno. La fotografía es linda, aunque los movimientos de cámara se sienten repetitivos en cierto momento, no deja de tener un algo. La historia se cuenta mucho desde los lugares, nos obliga a mirar, o pretende hacerlo.
También es interesante ver el retrato de la Ciudad de México, que es un personaje más, aquí hace un trabajo excelente. Aunque sospecho que si no han vivido en la ciudad de México ni siquiera entenderán el nombre de la película. (Roma es una colonia en la Ciudad de México en donde está ambientada parte de la película).
Siendo una película que toca el tema femenino desde tantos diferentes ángulos, y siendo una mujer, la película, por muy bonita, solo me dejó una sensación de vacío. Miro a Cleo, la protagonista, y quiero conocerla, conocerla de verdad, saber que piensa, sus sueños, sus anhelos, pero me quedo con una mirada alejada, a veces fría. Su hija nace sin vida, y ni en este momento siento que puedo llegar a conocerla. 135 minutos pasan y parece que su vida no ha cambiado, ella se limita a existir para los demás. Tal vez es una forma de crítica, y tal vez es la visión de un hombre sobre una mujer que lo crío, pero no deja de dejarme con una sensación de que Cleo tenía más que ofrecernos en pantalla, pero como la imagino un hombre, no le dio oportunidad.
Hace unos años antes estas cosas no las hubiera notado, no me hubiera molestado que cuando los niños juegan con pistolas de mentiritas, le diga el uno al otro que que no sea niña (Ser niña es ser débil en este universo). El retrato del padre que puede perfectamente estacionar el auto (porque los hombres manejan mejor que las mujeres) y luego Sofía se queda atorada entre dos camiones.
La escena en la que pierde la virginidad Cleo, ella es chiquita, minúscula en contra de este espécimen de macho que sale desnudo, y que impresiona en pantalla. De pronto nos olvidamos que estamos viendo a Cleo que acaba de empezar su vida sexual. Su vida sexual no es importante, es más importante llenar la pantalla de símbolos fálicos y en este caso del mismo pene.
Creo que es la responsabilidad como creadores de contenidos cuidar lo que decimos y las ideas que exponemos al mundo.
Finalmente y tal vez con lo que me quedo más es la línea que Sofía borracha, rota, le dice a una Cleo impasible, “estamos solas”.
¿Es así como nos ven a las mujeres, solas? No estamos solas, aún divididas por las convenciones sociales Sofía es la roca de Cleo, la madre de Sofía es quien la acompaña a ver la cuna, Cleo no está sola. Nos quieren hacer creer que es así. La mirada masculina a un tema tan femenino solo refuerza mi creencia de que necesitamos más mujeres escribiendo, dirigiendo, editando, haciendo cámara, sonido. Si la historia la hubiera contado una mujer, ¿no sería Cleo diferente? Tal vez no es una mejor versión de la vida, ni sería una mejor película, pero sería un mundo en el que las mujeres pueden contar sus propias historias.
Por todo lo buena persona y las buenas intenciones de Cuarón, esta no era su historia para contar, pero aún vivimos en una sociedad en la que un hombre nos tiene que dar la oportunidad de contar nuestras historias.
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¿Vería la película de nuevo? ¿La recomendaría? No y no.
Quieren ver una película con madre: Sueño en otro una película que no recibió tanta atención pero que te toca, mágica, agridulce como la vida.
Cambio y fuera desde Venus.